Suecia
Los conservadores alcanzan un acuerdo de gobierno en Suecia, con el ala dura de la derecha apoyando externamente
La derecha logra una alianza para formar Gobierno en Suecia, aunque sin los conservadores antiinmigración. Aun así, su apoyo será fundamental para cada ley que el Ejecutivo quiera aprobar.
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Suecia ya ha alcanzado un acuerdo para formar gobierno, tras la victoria de la derecha en las últimas elecciones. Aunque fueron los socialdemócratas liderados por la todavía primera ministra, Magdalena Andersson, quienes ganaron los comicios, la izquierda se ha quedado ligeramente alejada de alcanzar su mayoría absoluta, y Andersson no podrá revalidar el cargo. Entretanto, ya hay un nuevo candidato que apunta a ser el próximo jefe de Gobierno en Suecia.
Se trata de Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado de Suecia, y que encabeza el centro-derecha en el país sueco, siendo su formación una de las integrantes del Partido Popular Europeo. En el nuevo Gobierno que liderará Kristersson, estarán los liberales y los democristianos, pero no los conservadores antiinmigración, tal y como habían exigido los liberales, que se negaban rotundamente a apoyar un gobierno que les tuviera a ellos dentro.
El pacto ha resultado cuanto menos sorprendente, porque los conservadores antiinmigración quedaron en segundo lugar y eran el partido de la derecha que mejor posicionado estaba para gobernar. Sin embargo, y decididos a sacar a la izquierda de las instituciones suecas, han aceptado que sea el Partido Moderado, tercero en los comicios, quien encabece el nuevo Ejecutivo. Pero, a cambio de ello, tendrán que aceptar algunas condiciones.
Apoyo externo, pero vital en cada votación.
El motivo por el que los conservadores antiinmigración de 'Demócratas por Suecia' ha aceptado dar apoyo externo al Gobierno es muy simple. Al haber quedado ellos como la segunda fuerza parlamentaria con más votos en el Riksdag, la coalición de Gobierno no tiene los apoyos suficientes. Pero no solo para la votación. No tendrían apoyo para ninguna ley que quieran aprobar en el Parlamento, por lo que sus votos son necesarios para que todas las iniciativas salgan adelante.
Por ese motivo, y sabiendo que el nuevo Gobierno depende absolutamente de sus votos, 'Demócratas por Suecia' acepta quedarse fuera del Ejecutivo, siempre y cuando acepten la mayoría de sus propuestas en el plan político con el que se presentaban las elecciones. Los conservadores y democristianos no han puesto ninguna pega, aunque los liberales, que se oponen a muchas de sus medidas, prometen dar la batalla en esta nueva era política en Suecia.
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