La Oficina de Investigación y Análisis de Accidentes de Aviación Civil (BEA) ha informado de que ha conseguido extraer con éxito el contenido de la primera caja negra del avión de Germanwings que se estrelló el martes en los Alpes franceses.
Se trata del registrador de voces en cabina (VCR), el dispositivo que recoge las voces y el sonido ambiente en cabina durante los últimos minutos del vuelo.
En rueda de prensa, el director de la BEA, Rémi Jouty, ha explicado que han conseguido extraer el contenido de este registrador, pero aún tienen que analizarlo. Según ha aclarado, este contenido es "aprovechable" e incluye "voces", pero haría falta cotejarlo con los parámetros de vuelo incluidos en la segunda caja negra, que aún no se ha localizado.
Jouty ha indicado que espera que "en unos días" se pueda concluir un primer análisis de la grabación. Sin embargo, también ha advertido de que harán falta "semanas, e incluso meses" para llegar a conclusiones más "precisas". "Debemos efectuar un trabajo detallado para analizar y comprender" el contenido, ha explicado.
Las causas están sin aclarar
Los investigadores de la BEA aún no tienen una explicación al descenso que realizó durante los últimos ocho minutos antes de estrellarse contra el suelo el avión de Germanwings este martes en el sur de Francia.
"No se cierra ninguna tesis", ha dicho Jouty, quien ha admitido que, por el momento, no tienen "la menor explicación" sobre las causas del siniestro. La BEA sí ha descartado que el avión explotase en el aire, tanto por la información de radar de la que se dispone --"voló hasta el final"-- como por la concentración de los restos del aparato.
Una de los aspectos aún sin aclarar es el motivo por el que el piloto "aparentemente no respondió a los intentos de contacto del controlador aéreo" cuando el avión comenzó a descender.