Uno de los cohetes lanzados contra Beer Sheva cayó en el gimnasio de una escuela, vacía por las vacaciones estivales.
Los ataques se enmarcan en una escalada de violencia en torno a Gaza, en la que han muerto quince palestinos, tres de ellos menores, y un israelí, originada en una cadena de atentados en el sur de Israel el pasado jueves en la que perdieron la vida ocho israelíes, seis de ellos civiles.
El Ejército israelí no ha bombardeado la franja desde la pasada madrugada, cuando el jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, reunió de urgencia a sus siete principales ministros para analizar la respuesta a la situación.
De acuerdo a una destacada fuente diplomática citada hoy por el diario "Haaretz", en la reunión se discutió la posibilidad de lanzar nuevos ataques contra las milicias en Gaza, pero se descartó una invasión terrestre con bombardeos masivos como la que hace dos años y medio dejó unos 1.400 palestinos muertos, en su mayoría civiles. "Nadie quiere una Operación Plomo Fundido 2", dijo la fuente bajo condición de anonimato en alusión a la citada ofensiva.
Esta mañana, en una reunión del Comité de Defensa y Asuntos Exteriores del Parlamento, su presidente y ex ministro de Defensa, Shaul Mofaz, ha señalado que "Israel tiene que decidir si continúa con la intolerable realidad de una guerra de desgaste o toma una decisión inequívoca en cuanto a Hamás".
Esta última opción "incluiría ataques contra sus líderes y grandes daños a su infraestructura que llegasen incluso a echar abajo su control de Gaza", ha agragado.
Hamás no está detrás ni del ataque del jueves ni de los posteriores lanzamientos de proyectiles desde Gaza, según ha reconocido esta mañana en la radio pública israelí Yoav Mordejai, portavoz del Ejército de Israel, que no obstante considera al grupo responsable de los mismos porque gobierna en la franja.
La sesión del Comité tuvo lugar en Ashdod, ciudad próxima a Gaza, e irá seguida de una visita de sus integrantes a otras localidades cercanas y de un segundo encuentro en otra ciudad de la zona, Ashkelón.
La escalada de tensión ha llegado esta madrugada a Cisjordania con la detención por el Ejército israelí de más de 50 palestinos, entre ellos varias personalidades y familiares vinculados al movimiento islamista Hamás, en la mayor redada en la zona de Hebrón desde 2003.