El incendio de Oleiros parecía desbocado pero hoy, las autoridades lusas han dado por controlado el incendio, el más violento desde el inicio de la temporada de verano, marcado por altas temperaturas que han obligado a volver a aplicar la situación de alerta, al menos hasta mañana.
Incendio controlado
Las llamas obligaron a desalojar varias aldeas de Oleiros, en el centro de Portugal. Las imágenes compartidas en redes sociales recordaban a las vividas hace varios años con incendios descontrolados que asolaron el país.
El fuego llegó a extenderse por las localidades de Sertã y Proença-a-Nova, pero ha quedado controlado a primera hora de hoy, aunque unos 850 bomberos apoyados por 270 vehículos de extinción terrestre y dos medios aéreos, permanecen en el terreno en alerta.
Según Luís Belo Costa, comandante de Protección Civil en la zona, su labor es el de "consolidación" para evitar reactivaciones ha informado en rueda de prensa. "Hay mucho trabajo por delante, en la medida en que es un terreno extraordinariamente grande y complejo por la orografía", detalló en rueda de prensa.
El cambio en la dirección del viento y un ligero descenso de las temperaturas registrado durante la noche fueron cruciales para dar por controladas las llamas. Aún así, Luís Belo Costa, comandante de Protección Civil, avisa que situación, aunque controlada, "merece mucha atención", especialmente "en las zonas donde quedó dominado más tarde", cerca de Proença-a-Nova y Castelo Branco, y subrayó que "es natural que haya algunas reactivaciones".
Un bombero fallecido
El fuego de Oleiros se ha llevado por delante la vida de un bombero. El agente murió cuando el coche de extinción en el que viajaba sufrió un accidente que dejó, además, otros siete heridos.
Las altas temperaturas no han ayudado durante el fin de semana. Al mismo tiempo, hubo en Portugal otros seis incendios activos. El Gobierno luso ha decretado la prohibición de todos los trabajos rurales hasta el martes.