Corea del Norte liberó hoy al ciudadano estadounidense Otto Warmbier, que llevaba 17 meses detenido en el país asiático y está en coma, por lo que fue evacuado con ayuda médica, anunció el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson. "Siguiendo instrucciones del presidente (de EEUU, Donald Trump), el Departamento de Estado ha logrado la liberación de Otto Warmbier de Corea del Norte.
"El señor Warmbier está de camino a Estados Unidos, donde se reunirá con su familia", dijo Tillerson en un comunicado. Warmbier, de 22 años, llevaba más de un año en coma, estado en el que entró poco después de su última aparición en público, durante su juicio en Pyonyang en marzo de 2016, según informó el diario The Washington Post.
El titular de Exteriores estadounidense no quiso hacer comentarios sobre el "estado" de Warmbier "por respeto a su familia" y evitó, por tanto, confirmar que se encuentra en coma. Durante el juicio, el joven estadounidense, que había entrado como turista a Corea del Norte, fue condenado a 15 años de trabajos forzados por intentar sustraer un cartel de propaganda política del hotel en el que se hospedaba en Pyongyang, lo que el régimen norcoreano consideró un "acto hostil" contra el Estado.
"Nuestro hijo está volviendo a casa", dijo hoy el padre del joven, Fred Warmbier, al Post. No está claro por qué el joven se encuentra en coma, aunque su familia dice que la explicación que ha recibido es que, poco después de su juicio, Warmbier sufrió un brote de botulismo y le dieron una pastilla para dormir, y no volvió a despertarse. "Por ahora, estamos tratando (el coma) como si fuera un accidente. Lo importante es que esta noche vamos a ver a nuestro hijo Otto", afirmó su padre al Post.
El joven ha sido evacuado por vía aérea desde una base militar estadounidense en Sapporo (Japón) y se encuentra de camino a su hogar en Cincinatti (Ohio, EEUU), adonde se espera que llegue esta noche, de acuerdo con el diario. Su liberación coincidió con la visita a Corea del Norte del exjugador de la NBA Dennis Rodman, quien aboga por "abrir la puerta" para el diálogo con este país, aunque no hay confirmación, de momento, de que su viaje tuviera algo que ver con el caso de Warmbier.
Tillerson subrayó que el Gobierno estadounidense "sigue manteniendo discusiones con Corea del Norte respecto a otros tres ciudadanos estadounidenses que están detenidos" en el país, dos de ellos retenidos apenas desde abril y mayo. La situación en la península de Corea atraviesa un momento delicado por los insistentes ensayos armamentísticos de Pyongyang y por el aumento de la retórica militarista con la que ha respondido Washington tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.