El número de inmigrantes menores de edad sin compañía de adultos que llegan a diario a la frontera de Estados Unidos continúa en aumento. Los pequeños, a su llegada, son trasladados a centros de detención.
El Gobierno del presidente Joe Biden ha decidido este miércoles permitir a un pequeño equipo de televisión acceder por primera vez a uno de esos centros, en Texas, donde permanecen detenidos algunos de los menores migrantes que han cruzado la frontera en los últimos días.
Un escenario que, sin embargo, el activista de la ONG Casa Anunciación Rubén García ha matizado en declaraciones recogidas por la agencia Efe. García asegura que EEUU no está permitiendo la entrada de menores indocumentados, sino que "los está enviando a un proceso de deportación legal, donde tendrán que justificar ante un juez de migración la posibilidad de ser beneficiados con un asilo".
El martes, el Gobierno divulgó unas imágenes captadas la semana pasada que muestran las condiciones de cientos de niños migrantes que viven apiñados en dos centros en Texas, una situación que ya empiezan a criticar muchos políticos estadounidenses.
Según indicó el Ejecutivo, la vicepresidenta Kamala Harris es la encargada de intentar frenar la inmigración irregular y de coordinarse con los países de Centroamérica, de donde proceden la mayoría de estos menores.
El cambio de la política migratoria tras la llegada del nuevo presidente a la Casa Blanca ha animado a muchas personas migrantes a emprender el viaje hacia el norte, lo que supone uno de los grandes retos para la administración Biden.
