Internacional
Crimen de la ballesta: Confiesa haber matado a su expareja, excuñada y exsuegra
Una de las víctimas alertó a las autoridades. Acabó falleciendo minutos después. Las otras dos fueron encontradas con los brazos y tobillos atados con cinta adhesiva.
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Un hombre de 26 años se ha declarado culpable este miércoles del asesinato de una madre y dos de sus hijas en su domicilio al norte de Londres el año pasado, en un ataque en el que se utilizó una ballesta y un cuchillo.
Los hechos se produjeron el pasado día 9 de julio en el domicilio familiar y las víctimas son su expareja, excuñada y exsuegra.
Los fiscales consideraban que el presunto asesino, Kyle Clifford, mató a su exnovia de 25 años de edad, Louise Hunt, y a su hermana de 28 años, Hannah Hunt, con una ballesta antes de apuñalar hasta la muerte a su madre, Carol Hunt, de 61 años.
Tras prestar declaración ante el Tribunal de la Corona de Cambridge, Clifford, confesó los hechos. Admitió tres cargos de asesinato, uno de encarcelamiento falso y dos cargos de posesión de armas ofensivas: la ballesta y un cuchillo de 25 centímetros. Sin embargo, se declaró no culpable de un cargo de violación a Louise Hunt.
Las tres mujeres, que son familia del conocido comentarista de carreras de radio de la BBC, fueron encontradas con graves heridas en su hogar en el tranquilo barrio residencial de Bushey, al noreste de la capital. Equipos de policía y ambulancias intentaron salvar a las tres mujeres, pero fueron declaradas muertas en el lugar.
La policía lanzó una búsqueda del sospechoso antes de que fuera encontrado herido en un cementerio en Enfield, al norte de Londres. Clifford, quien sirvió en el ejército desde 2019 durante aproximadamente tres años, se había disparado en el pecho con la ballesta.
Día de los hechos
El día de los asesinatos, Hannah llamó a la policía de Hertfordshire, quien le dijo a los oficiales que temía morir ya que le habían disparado y su hermana y su madre también habían sido atacadas.
Fue encontrada en la puerta principal de la casa en Ashlyn Close y todavía estaba viva cuando los llegaron los agentes.
Por su parte, los brazos y tobillos de Louise habían sido atados con cinta adhesiva y le habían disparado con una ballesta.
Su madre tenía heridas de arma blanca en la rodilla, las manos, la espalda y el torso.
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