Argentina
El criptomillonario Fernando Pérez Algaba aparece descuartizado en Buenos Aires, Argentina
El cuerpo fue encontrado descuartizado en una maleta junto a un arroyo, pero su cabeza no se encontró hasta varios días después en el interior de una mochila río abajo.
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Fernando Pérez Algaba, un 'influencer' y empresario de criptomonedas de 41 años, ha sido encontrado muerto junto a un arroyo en Buenos Aires, Argentina. El cuerpo, descuartizado en el interior de una maleta, fue hallado por un grupo de niños que jugaban cerca de la zona del arroyo.
El 'influencer' era conocido en redes sociales por promover las inversiones en criptomonedas, con las que aseguraba haber conseguido una gran fortuna. Según informas medios locales, Pérez Algaba habría desaparecido el pasado 18 de julio.
En la maleta, que apareció el pasado domingo, se encontraron varias partes descuartizadas del cuerpo. Sin embargo, no fue hasta días más tardes cuando se encontró la cabeza del joven en el interior de una mochila flotando río abajo, según recoge el medio de comunicación 'Metro'. Gracias a sus tatuajes y las huellas digitales, Pérez Algaba pudo ser identificado.
Según la autopsia, el 'influencer' habría recibido tres disparos antes de haber sido desmembrado. El suceso está siendo investigado por las autoridades y, por el momento, hay una persona detenida como sospechosa.
Las deudas podrían estar detrás de la muerte del criptomillonario
Un juzgado investiga la muerte del 'influencer' y criptomillonario Fernando Pérez, quien habría recibido amenazas en las últimas semanas tanto de seguidores como de personas a las que les debía dinero. El 'influencer' contaba con casi un millón de seguidores en su cuenta de Instagram, donde promovía el alquiler de coches de lujo y las inversiones en criptomonedas. "Todos tus amigos te quieren entregar", "Le arruinaste la vida a mi hijo" o "Yo no te voy a matar, te voy a arrancar la cabeza", estas fueron algunas de las amenazas que Fernando recibió.
Pérez Algaba había viajado a Argentina por unos días, ya que su residencia habitual era Barcelona, aunque también le gustaba viajar por diferentes países. La denuncia de su desaparición fue interpuesta por la dueña del departamento que alquiló para quedarse esos días en la ciudad, ya que el hombre no le había devuelto las llaves ni le contestaba al teléfono.
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A las amenazas recibidas, también se le unía una serie de deudas entre las que se encuentra una empresa construida en enero de 2018 que no empezó a facturar hasta los 10 meses después, unos 7.000 dólares que debía a diferentes bancos o los reclamos de uno de sus contactos a quien debía unos 70.000 dólares.
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