Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha llegado al Parlamento rodeado de militares. Una medida de presión que ha utilizado para que los diputados aprueben el préstamo de 109 millones de dolares, encaminado a modernizar a la Policía y el Ejercito en su lucha contra las pandillas que controlar varias zonas del país. De momento, la tensión se mantiene.
Bukele, ha otorgado a la Asamblea Legislativa una semana de plazo para aprobar un préstamo de 109 millones de dólares (unos 100 millones de euros) que impulse la Fase III del Plan Control Territorial, una iniciativa para mejorar la seguridad interna, o convocará una nueva manifestación el domingo próximo.
"Yo les pido paciencia, si estos sinvergüenzas no aprueban esta semana la Fase 3 del Plan Control Territorial nos volvemos a convocar aquí el próximo domingo", ha indicado Bukele en un discurso pronunciado ante las personas que se han dirigido ante el Parlamento, convocadas por él mismo.
"Ningún pueblo que haya ido en contra de Dios ha triunfado, una semana más, señores, una semana", ha insistido, según ha informado la cuenta de Twitter del Consejo de Ministros. Asimismo, el mandatario ha defendido la convocatoria extraordinaria de este domingo para aprobar el préstamo y la que han acudido una veintena de diputados de los 84 que conforman la Asamblea, al tiempo que ha arremetido contra los diputados por no acudir.
La oposición a Bukele ha denunciado un intento de "autogolpe" de Estado en marcha con una ofensiva dirigida a la Asamblea Legislativa con el argumento de que debe votar el préstamo. Los diputados, con mayoría de la oposición a Bukele, rechazan someterse a los dictados del Gobierno. En respuesta, Bukele ha convocado a sus simpatizantes a manifestarse ante el Parlamento y ha llamado a la "insurrección" para forzar a la Asamblea Legislativa a aprobar las propuestas del presidente.