Gas Rusia
Cruce de versiones entre Rusia y los técnicos tras el corte de gas a Europa: la compañía ve la fuga reparable
Desde hace meses, la compañía gasística del Kremlin ha recurrido a cortes temporales que no dejaban de ser avisos para acabar en el peor de los escenarios.
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Moscú ejecuta su amenaza. Ha cortado por completo el suministro del gasoducto que conecta Rusia con Alemania. El gobierno de Putin dice que la causa es una fuga de aceite irreparable. "Hasta que no se elimine el fallo en el funcionamiento de los equipos, el tránsito de gas por el gasoducto Nord Stream queda completamente suspendido", informó Gazprom en su cuenta de Telegram.
La compañía encargada de arreglar esa supuesta avería asegura que las instalaciones podrían seguir funcionando. La decisión de Rusia llega poco después de que los siete países más industrializados del mundo acordaran limitar los precios del gas y otros derivados rusos.
Según 'Eurostat', desde el inicio de la invasión rusa en febrero, Moscú ha aumentado sus ingresos por exportar hidrocarburos a la Unión Europea, pese a vender un 15% menos de combustible que el año pasado. Los socios europeos están pagando casi 14.000 millones de euros mensuales por el gas, el petróleo y el carbón de Putin. Es casi el doble que en 2021 (7.330 millones de media mensual en 2021).
El corte del suministro que ha anunciado Rusia es indefinido y de momento no fluye el gas hacia Europa. El conjunto de la Unión importó en 2021 desde Rusia un total de 155 billones americanos de metros cúbicos (bcm) de gas, representando el 38% del consumo de la UE ese mismo año, cifras que están reduciéndose a toda prisa.
En lo que llevamos de 2022, ya se ha avanzado bastante y con los datos provisionales de las importaciones del primer semestre se concluye que la substitución de 50 bcm de gas ruso es realista.
Importación desde otros gasoductos
Para ello, se han realizado mayores importaciones por otros gasoductos -principalmente desde Noruega- y por gas natural licuado transportado por metaneros. Aquí España juega un papel fundamental.
Hungría, Eslovaquia, Moldavia, Austria y Alemania son las cinco naciones que más gas importan desde Rusia. Un cierre total prolongado del gas ruso podría golpear con fuerza en el continente. Según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), los países más vulnerables de Europa central y oriental podrían enfrentar una escasez total de gas y sufrir pérdidas del Producto Interior Bruto (PIB) de hasta un 6%.
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