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MILES DE ELFOS TRABAJAN A CONTRARRELOJ

El cuartel de Papa Noel no descansa ni un minuto

Hay en una casa en Laponia donde estos días no se descansa ni un sólo segundo. Papá Noel afronta la semana más difícil y emocionante del año, en la que se propone llevar regalos a todas las casas del  mundo, con la ayuda de miles de ayudantes.

Aún quedan muchos escépticos que piensan que Papá Noel no existe. Pues como una imagen vale más que mil palabras, hay una clara muestra de su existencia.

"¿Cómo estáis?... Hay mucho follón como todos los años, pero estamos acostumbrados", reconoce Papá Noel en su salón del trono.

Por si fuera poco, a todos esos incrédulos se les puede mostrar donde está su cuartel general. En los confines de Europa, en el Círculo Polar, a unos 8 kilómetros de la ciudad de Rovaniemi. Se trata de un lugar engañoso, ya que lo apacible de la nieve contrasta con el trajín que se vive en el pueblo del rey de la Navidad.

Estos días, cientos de miles de cartas llegan a su casa con peticiones de niños de todos los rincones del planeta. Congo, Vietnam, España... cada país tiene su casillero. Ante una labor tan titánica, Santa Claús como también se le conoce, es asistido por miles de Elfos.

La jefa de los Elfos reconoce que los regalos más pedidos son los ordenadores, videojuegos y tecnología similar. Ajeno a los recortes, Santa Claus, sigue manteniendo la misma plantilla ya que sino le sería imposible llegar a todos los hogares en una sola noche. Por lo que además de los elfos, cuenta con otra valiosa ayuda:

"En cuanto caen los primeros copos, Rudolph se pone a cien corre, salta, dirige a los renos más jóvenes porque le encanta este largo viaje, como a mí!", recalca Papa Noel, cuando ya está preparado para una de las noches más hermosas del años.

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