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EEUU | DESARTICULADA UNA RED DE CORRUPCIÓN EN PRISIÓN

Cuatro funcionarias de una cárcel norteamericana se quedan embarazadas del mismo recluso

Dos de las agentes llevaban tatuado el nombre del reo, en prisión por intento de asesinato. En esta operación policial, un total de trece funcionarias están acusadas de 'entregar' el centro penitenciario de Baltimore (Estados Unidos) a la banda criminal Black Guerrilla Family.

El preso Tavon White

Las autoridades de Maryland revelaron una enorme red de corrupción dentro de una cárcel de Baltimore en la que más de una docena funcionarias de prisiones colaboraba con una banda criminal en el tráfico de droga, lavado de dinero y, además, mantenían relaciones sexuales con los internos.

El cabecilla de la banda Black Guerrilla Family (BGF), Tavon White, en prisión desde 2009 por intento de asesinato, mantuvo relaciones con cuatro de las agentes penitenciarias y tuvo cinco hijos con ellas, según los documentos de la investigación de las autoridades estatales y del FBI. "Los internos literalmente tomaron la prisión y los centros de detención se convirtieron en refugios de la BGF", indicó el agente especial del FBI Charge Stephen E. Vogt en la acusación formalizada ante el tribunal de distrito de Baltimore (costa este).

Según esos documentos, trece agentes femeninas de la penitenciaria de Baltimore City Detention Center formaban parte de la organización delictiva para permitir la entrada de estupefacientes y teléfonos móviles a cambio de regalos como joyas o automóviles de alta gama. En una de las conversaciones telefónicas grabadas por la policía, White se jactaba de que "ésta es mi cárcel". "Lo digo totalmente en serio, tomo todas las decisiones finales de esta cárcel y nada me pasa, todo acaba en mí", subrayó.

El cabecilla de la banda explicaba además que lograba cerca de 16.000 dólares en un solo mes mediante la venta de productos de contrabando y drogas dentro de la prisión. El fiscal de Maryland que lleva el caso, Rod J. Rosenstein, se mostró impresionado por el nivel de corrupción existente en la prisión, aunque señaló que desde 2006 se habían llevado a cabo investigaciones en las penitenciarías de Maryland sobre la presencia de la banda criminal. "Los agentes de prisiones estaban en la cama con presos del BGF. Debemos ser capaces de confiar en los empleados de las agencias de seguridad, y asegurarnos de que están de nuestro lado", indicó.

Dos de las agentes de prisiones llevaban tatuado el nombre del preso. "Estas relaciones sexuales cimentaban los lazos de negocio y la vinculación de las agentes de presiones con la organización criminal", sostuvo la acusación. Un total de 25 personas, entre ellas las trece agentes, fueron imputadas con cargos de asociación criminal, tráfico de droga y contrabando.

En una rueda de prensa, Gary D. Maynard, director de la agencia penitenciaria de Maryland asumió la responsabilidad de lo sucedido. "Es responsabilidad mía. No tengo ninguna excusa. Examinaremos la cadena de mando", sostuvo Maynard.

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