¿Deben realizarse los padres de Madeleine Mccann la prueba de ADN tras el testimonio de la joven polaca?

El caso de Madeleine Mccann vuelve a estar sobre la mesa. Julia Faustyna, una joven polaca de 21 años, asegura ser la niña desaparecida en Portugal en mayo del año 2007, por lo que creó un perfil de Instagram (@iammadeleinemccann) en el que muestra imágenes con diferentes detalles que le han llevado a pensar que podría ser ella. Ahora, son diferentes medios británicos los que apuntan que la familia de la menor desaparecida estaría dispuesta a hacerse una prueba de ADN, aunque desde la cuenta de Twitter de 'Alerta Desaparecidos' explican que no es necesario.

Esta joven pide ayuda para poder pagar una prueba de ADN que demuestre su identidad, sin embargo, los padres de Madeleine Mccann no tienen que realizarse ninguna prueba de ADN ya que, según explica 'Alerta Desaparecidos', "su ADN lleva desde el principio de la desaparición de su hija, en las base de datos a nivel mundial de personas desaparecidas", puesto que, apuntan, "Madeline es la persona más buscada del mundo".

Una joven polaca asegura ser Madeline Mccann

Mediante una cuenta en Instagram (@iammadeleinemccan), una joven polaca de 21 años explica que no está segura sobre su identidad puesto que su familia no le habría hablado nunca de su pasado. Además, hace unos meses trató de conseguir una copia de su certificado de nacimiento sin éxito. Marcas similares en el cuerpo a las que presentaba Madeleine Mccann también forman parte del testimonio con el que la joven pone en duda su identidad. El principal rasgo que llama la atención, la mancha en el ojo que ambas comparten.

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Caso Madeleine Mccann

Este caso conmocionó Europa y han sido numerosas las hipótesis que han ido surgiendo a su alrededor, incluso no es la primera ocasión en la que una joven dice ser ella.

El 3 de mayo de 2007, la pequeña Madeleine dormía junto a sus hermanos mientras sus padres cenaban con un grupo de amigos a pocos de metros del apartamento de Praia da Luz, en el Algarve portugués donde pasaban unos días. Durante la cena, los padres acudieron varias veces a la habitación para comprobar que los niños se encontraban bien. En una de esas, Madeleine ya no estaba.

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