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Manifestación en Beirut

Decenas de heridos en Beirut tras la carga de las fuerzas de seguridad durante una manifestación

Decenas de personas han resultado heridas durante los disturbios desatados este sábado en Beirut durante una nueva jornada de protestas en la que la Policía ha empleado gas lacrimógeno y balas de goma.

Decenas de personas resultaron heridas en Beirut en choques que duraron hasta la madrugada de este domingo entre la Policía y los manifestantes en uno de los episodios más violentos desde el inicio de las protestas el pasado 17 de octubre y a horas de que el presidente empiece conversaciones para nombrar un primer ministro.

"Después de que haya regresado una relativa calma al centro de Beirut, el balance hasta ahora es de 54 ciudadanos heridos y tratados en el lugar, mientras que 36 de ellos fueron trasladados a los hospitales de la región para recibir tratamiento médico", afirmó esta madrugada la Defensa Civil libanesa en su cuenta de Twitter.

Las fuerzas de seguridad libanesas indicaron en su cuenta en las redes sociales que al menos veinte de sus miembros fueron heridos y trasladados a hospitales, "además de tres oficiales, sin contar los muchos miembros heridos que fueron tratados en el lugar".

La tensión volvió al centro de Beirut desde el sábado por la tarde, cuando un grupo de jóvenes enmascarados lanzaron petardos y piedras contra las fuerzas de seguridad que fueron identificados por los medios como seguidores de los grupos chiíes Amal y Hizbulá, aunque ambos movimientos no se pronunciaron al respecto.

El pasado viernes, el líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, pidió en un discurso televisado a sus seguidores que "sean pacientes y controlen sus nervios", aunque confesó que "el nivel de provocación" lleva a que las cosas "se descontrolen". Horas después de ese incidente, los manifestantes se concentraron fuera del edificio del Parlamento, que se ubica a pocos metros de la plaza de las protestas, y las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a las personas que intentaron penetrar en una plaza que estaba cerrada desde el inicio de las movilizaciones en contra de la corrupción del Gobierno.

Según las imágenes en directo las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes, hicieron uso de cañones de agua a presión contra ellos y, por primera vez, lanzaron pelotas de goma. En varias ocasiones, organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, han criticado a las fuerzas del orden por usar la violencia excesiva contra los manifestantes por otros episodios en unas manifestaciones generalmente pacíficas.

Estos sucesos se producen antes de que el presidente del Líbano, Michel Aoun, se reúna según lo previsto con los bloques parlamentarios este lunes para nombrar a un nuevo primer ministro, después de que el anterior, Saad Hariri, renunciara el pasado 29 de octubre por la presión de las protestas.

A pesar de que se han barajado varios nombres como primer ministro, que debe ser suní según el sistema confesional que rigen en el Líbano desde el final de la guerra civil (1975-1990), se ha vuelto a poner el nombre de Hariri sobre la mesa para que vuelva y forme el Gobierno. La formación rápida de un nuevo Gobierno es la condición impuesta por la comunidad internacional y la ONU para poder ayudar al país que vive una de las peores crisis económicas en décadas y que le ha convertido en uno de los más endeudados del mundo.

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