Tres años después de un tiroteo que conmocionó a EEUU, el acusado de perpetrarlo, James Holmes, ha sido declarado culpable de asesinar a 12 personas y herir a otras 70 durante la proyección de una película de Batman en un abarrotado cine de Aurora (Colorado), lo que podría valerle la pena de muerte.
De pie, el procesado, de 27 años, escuchó cómo el magistrado leía la decisión que el jurado había tomado sobre cada uno de los 165 cargos, 24 de ellos por asesinato, de los que se acusó al joven, para el que la defensa pide su ingreso en un centro psiquiátrico con el objetivo de tratar su esquizofrenia paranoide.
"Nosotros, el jurado, consideramos al acusado James Holmes culpable de asesinato en primer grado", dijo el juez leyendo la decisión unánime de los doce miembros del jurado y citando el nombre de cada una de las 12 víctimas, entre ellas el de Veronica Moser-Sullivan, una niña de 6 años que la noche del 20 de julio de 2012 se encontraba frente a la pantalla del cine.
Con esta decisión, el jurado abre la puerta a la condena a muerte, permitida en Colorado, o a la cadena perpetua sin posibilidad de revisión, unas opciones que se discutirán en la segunda fase del proceso de sentencia que podría comenzar la semana próxima.
Holmes recibió la condena, leída por el juez Carlos Samour Jr., de forma impasible, con las manos en los bolsillos, junto a sus abogados y, esta vez, sin el pelo de color anaranjado que lució cuando compareció por primera vez en el juicio y que llevaba el día de la tragedia.
Durante las 11 semanas de juicio, más de 250 testigos retrataron el horror y la angustia que sufrieron cuando Holmes irrumpió en una sala de cine en Aurora, a las afueras de la ciudad de Denver (Colorado), durante el estreno de la película de Batman "The Dark Knight Rises" con una máscara de gas, guantes negros y cuatro armas.
Con un fusil de asalto, una escopeta y dos revólveres, Holmes llenó el cine de gas lacrimógeno y desató un tornado de disparos que convertieron la película en una pesadilla, hasta que unos siete minutos después la policía consiguió detener al acusado fuera del cine. En ese momento, según la policía de Aurora, el acusado se identificó como el Joker, el enemigo de Batman.
Imitando lo que es un clásico en los cómics de Batman, Holmes convirtió su apartamento en una trampa mortal para quien se atreviera a entrar con un entramado de cables, detonadores y material explosivo, que hizo que los artificieros tardaran más de 24 horas en desarmar todo.
El jurado, que comenzó a deliberar el miércoles por la mañana, alcanzó su veredicto después de un duro juicio, marcado por los testimonios de más de 200 testigos, entre ellos la exnovia de Holmes, y la proyección de 1500 fotografías y 24 horas de vídeo sobre lo vivido aquella noche en el cine.
El martes, durante la exposición de sus argumentos finales, el fiscal del distrito George Brauchler mostró fotos de las víctimas y recriminó al acusado que disparara "indiscriminadamente" contra personas inocentes "cuando era perfectamente consciente de lo que hacía".
Frente a ello, el abogado defensor Daniel King retrató a Holmes, de 27 años, como una víctima de su esquizofrenia, que le hacía imposible distinguir entre el bien y el mal y, para dar forma a este retrato, el abogado mostró unas fotos de Holmes tomadas al comienzo del juicio en las que se le ve aturdido y con la mirada perdida.
El tiroteo abrió el debate sobre el control y venta de armas en el país e impulsó cambios legislativos en el estado de Colorado, que tras la matanza aprobó una de las legislaciones más restrictivas para supervisar los antecedentes de los compradores y restringir el número de balas de los cargadores.