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DIO 1,35 GRAMOS POR LITRO DE SANGRE
Decretan seis meses de prisión para el copiloto de Air Baltic retenido por superar el límite de alcohol permitido
El juzgado de Oslo ha condenado a los tripulantes de la compañía aérea Air Baltic que fueron retenidos en el aeropuerto de esta misma ciudad por superar el alcohol permitido antes de volar a la isla griega de Creta. El copiloto ha sido condenado a seis meses de prisión incondicional, mientras que el piloto podría acarrear una pena de hasta dos años por no aceptar los cargos de los que se le acusa.
Un juzgado de Oslo condenó este lunes a seis meses de prisión incondicional al copiloto de un vuelo de la aerolínea Air Baltic retenido en el aeropuerto de Oslo por superar el límite de alcohol permitido antes de despegar.
El capitán de la aeronave, que debía transportar a un centenar de pasajeros a la isla griega de Creta, estará en prisión preventiva hasta el 17 de septiembre, fecha del juicio, al no aceptar todos los cargos de que es acusado, al contrario de lo que hicieron el copiloto y dos azafatas, todos de nacionalidad letona.
Los cuatro excedieron el límite del 0,02 % (o 0,2 gramos por litro de sangre) en una prueba sorpresa con alcoholímetro en el momento del embarque, después de que la policía fuera alertada por una llamada de un empleado del hotel en el que los tripulantes habían estado bebiendo la noche anterior.
En las pruebas posteriores realizadas en un hospital de Oslo, el copiloto dio 1,35 gramos por litro de sangre, mientras que las azafatas alcanzaron 0,91 y 0,55 gramos y el capitán, 0,54. Las azafatas recibieron penas menores de 60 y 45 días de prisión, respectivamente.
El copiloto confesó en la vista que los tripulantes habían compartido dos botellas de whisky y que dejaron de beber hacia las 20 horas, aunque una cámara de vigilancia lo grabó comprando una cerveza a las 1.49, cuatro horas antes de la salida del vuelo. En su declaración admitió que habían perdido el control sobre la cantidad ingerida y que no creía estar bajo los efectos del alcohol antes de embarcar, sino cansado por haber dormido poco.
Los tripulantes, despedidos por la compañía, estaban acusados de trabajar bajo los efectos del alcohol y de violar la normativa que prohíbe beber alcohol las ocho horas anteriores al vuelo. En el caso del capitán se añadió el cargo de usar un avión no tripulado de forma competente por saber que el resto estaba bajo los efectos del alcohol, una acusación que no admite y que podría acarrear una pena de dos años, según la legislación noruega.
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