Gran Bretaña es un país donde hay más de mil contagios diarios de coronavirus. A pesar de estas cifras alarmantes, los británicos desoyen las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus. Una ola de calor ha provocado que miles de personas acudan a las playas donde se han producido aglomeraciones. No llevan mascarilla, no guardan el distanciamiento social, y desatienden las recomendaciones de la policía.
En las playas de Bournemouth, en el sur de Gran Bretaña, miles de sombrillas y toallas invadieron la arena. En las imágenes se puede comprobar que es imposible respetar el metro y medio de distancia recomendado por la crisis sanitaria.
La orilla de la playa y el agua también está abarrotada de bañistas que escapan al mar, a playas que se encuentran a menos de una hora en tren de la capital.
"Estamos absolutamente horrorizados
A pesar de que la policía y los servicios de emergencia intentan, magáfono en mano, recordar lo grave de la situación, las medidas de protección e higiene, son muy pocos los que hacen caso de las recomendaciones y se marchan de la playa.
“Nosotros estamos absolutamente horrorizados ante las escenas que presenciamos en nuestras playas, particularmente en Sandbanks y Bournemouth, en las últimas 24 a 48 horas. La conducta irresponsable y las acciones de tanta gente es impactante y nuestros servicios están desbordados para mantener a todos seguros. No tenemos otra posibilidad que declararlo un incidente mayor e iniciar una respuesta de emergencia”, dijo la consejera de sanidad Vikki Slade.
