El árbol de Brasil, una estructura metálica de 70 metros de altura y compuesto por 900.000 bombillas led, fue iluminado sobre la Laguna Rodrigo de Freitas, en la zona sur de la ciudad. La última vez en hacerlo fue en 2015, año en el que una fuerte ventisca lo partió en dos a una semana de la inauguración y obligó a reducir su altura de los tradicionales 85 metros a poco más de 50.
El acto de inauguración, al que asistieron decenas de personas, se complementó con un espectáculo de fuegos artificiales que duró más de siete minutos.
En la cuna de la cristiandad, en Belén, también han arrancado los festejos navideños con el tradicional encendido de la iluminación del gran árbol decorado en la Plaza del Pesebre, frente a la Basílica de la Natividad. "Para anunciar el comienzo de la gloriosa temporada de Navidad 2018-2019, quiero invitar a todo el mundo a Belén, la capital de las Navidades, la cuna de Jesús y el hogar del eterno mensaje de 'Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a todas las personas de buena voluntad", fueron las palabras del alcalde de la ciudad, el palestino Anton Salman, a la multitud reunida en la plaza, antes del prendido de luces.
El encendido del árbol, profusamente decorado con bolas y guirnaldas de colores, da comienzo como cada año el primer sábado de diciembre al calendario festivo navideño. La Navidad se celebra en tres ocasiones en la ciudad, una para cada uno de los distintos ritos, el ortodoxo, el latino y el armenio, pues cada uno sigue su propio calendario.
