Afganistán
La desesperación de las jóvenes afganas: "Han enterrado todas nuestras esperanzas"
Los talibanes, que gobiernan Afganistán desde el verano pasado, han ido tomando medidas discriminatorias contra las mujeres del país. La última: prohibir a las mujeres acceder a la universidad.
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Esta ha sido la última medida del régimen talibán con el objetivo de oprimir a las mujeres: la prohibición de acceder a la universidad. Con esta decisión, las mujeres afganas siguen sufriendo las consecuencias de un régimen opresor que vulnera los derechos humanos: "Han enterrado nuestras esperanzas".
Los talibanes han puesto policías e incluso tanques en las instalaciones para que las mujeres no se atrevan a entrar. Sin embargo, algunas han alzado la voz y se han revelado contra la prohibición de acceder a las facultades y, por tanto, la prohibición de estudiar. Dos jóvenes universitarias han vivido en primera persona la opresión de las fuerzas talibanas al intentar acceder a su facultad: "Cuando se cierra la puerta de las escuelas y las universidades a las mujeres estás paralizando la evolución de toda una sociedad".
Ellas mismas ven a través de sus teléfonos móviles cómo a otras compañeras les resulta imposible acceder a sus universidades, sean públicas o privadas: "Tenemos un futuro desconocido bajo este Gobierno". Para ellas, es como si todas sus esperanzas "han sido enterradas".
Piden ayuda a la Comunidad Internacional
Otra de las jóvenes oprimida por el régimen talibán hace un llamamiento a la Comunidad Internacional: "Profesores de universidad, vamos, respondan". También apela a que los representantes de derechos humanos en Afganistán reaccionen ante esta medida de los talibanes.
Desde que este régimen volvió al poder hace año y medio, los derechos de las mujeres se han visto sometidos a la ley más radical. Entre las decisiones que les afectan se encuentran la disolución del Ministerio de la Mujer, la prohibición de trabajar y de mostrar cualquier parte de su cuerpo, salir solas de casa, conducir, acudir a parque públicos, a baños y a gimnasios y, ahora, tampoco pueden acceder a la universidad.
Esta es la última medida de los talibanes, quienes tratan de acallar y someter a más de la mitad de su población.
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