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SEGUNDA EN POCOS DÍAS
Detectan actividad en otra instalación de misiles norcoreana
En las fotografías se aprecia una concentración de vehículos frente al centro de ensamblaje y se ve también un tren estacionado y grúas levantadas en el cercano centro de carga, empleado para el transporte de proyectiles y componentes.
Fotos por satélite analizadas por expertos muestran actividad reciente en una instalación de ensamblaje de proyectiles norcoreana, lo que incrementa las especulaciones acerca de un posible lanzamiento tras la fallida cumbre de Hanói.
Las imágenes, analizadas por el experto en proliferación del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, Jeffrey Lewis, y colgadas en su cuenta de Twitter, muestran actividad en la llamada planta de Sanumdong, situada en el distrito de Ryongsong en Pionyang.
En las fotografías se aprecia una concentración de vehículos frente al centro de ensamblaje y se ve también un tren estacionado y grúas levantadas en el cercano centro de carga, empleado para el transporte de proyectiles y componentes.
Las imágenes parecen ratificar lo que al parecer comunicó el director del Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano, Suh Hoon, a un grupo de parlamentarios el pasado jueves: que Corea del Norte podría estar preparando un nuevo lanzamiento.
No obstante, las imágenes de Sanumdong, donde se cree que fue fabricado el misil intercontinental (ICBM) más sofisticado del régimen, fueron tomadas el pasado 22 de febrero, casi una semana antes de que la cumbre de Hanói entre EEUU y Corea del Norte terminara en fracaso.
A su vez, muchos expertos creen que el régimen podría estar preparando el lanzamiento de un satélite a bordo de un cohete y no de un misil, después de que también se detectase recientemente actividad en la base de lanzamiento espacial norcoreana de Sohae.
En todo caso, la ONU ha considerado siempre que los lanzamientos espaciales de Pionyang son en realidad una prueba encubierta de misiles ICBM -que emplean tecnología similar a la de un cohete espacial- y los ha castigado con sanciones. Con estos preparativos, el régimen podría estar tratando de presionar a la Casa Blanca para retomar cuanto antes el diálogo después de que el encuentro en Hanói entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, se cerrase sin acuerdo.
Aunque Pionyang y Washington dan versiones diferentes, el desacuerdo en la cumbre giró en torno al número de activos del programa nuclear norcoreano que se desmantelarían y el volumen de sanciones internacionales sobre Pionyang que se aliviaría como contrapartida. Estas diferencias y el aparente cambio de actitud del régimen, cuyo aparato de propaganda culpó ayer por primera vez a Washington del fracaso de la cumbre, hacen temer que el diálogo iniciado el año pasado pueda ahora descarrilar.
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