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EL ATENTADO CAUSÓ LA MUERTE DE 27 PERSONAS
Detienen a tres hermanos sospechosos de estar implicados en el atentado de Kuwait
Mansur al Turki, el portavoz del Ministerio del Interior saudí, no ha ofrecido detalles sobre la vinculación de los tres detenidos por el atentado suicida perpetrado el pasado 26 de julio contra una mezquita chií de Kuwait. Ha añadido que tienen otro hermano que lucha en Siria junto a las filas de Estado Islámico.
Las fuerzas de seguridad saudíes y kuwaitíes han detenido a tres hermanos sospechosos de estar implicados en el atentado suicida perpetrado el 26 de julio pasado en una mezquita chií de Kuwait, que causó la muerte a 27 personas.
El portavoz del Ministerio saudí del Interior, general Mansur al Turki, ha explicado en un comunicado difundido en la agencia oficial saudí Spa que uno de los sospechosos fue detenido en Kuwait con la cooperación de las autoridades de ese emirato. Los otros dos fueron arrestados en Arabia Saudí, en la región oriental de Al Taif y en la provincia nororiental de Al Jafyi. Este último, capturado después de permanecer cercado más de cinco horas por la policía en la vivienda de su familia, disparó contra los agentes en el momento del arresto e hirió a dos de ellos.
El portavoz de Interior no ofreció detalles sobre la vinculación de los tres detenidos con el atentado suicida perpetrado por un saudí en la mezquita chií kuwaití Al Imam al Sadeq. Al Turki añadió que estos tienen otro hermano que lucha en Siria en las filas del terrorista Estado Islámico, grupo que reivindicó la autoría del ataque de Kuwait.
El 28 de junio pasado, el Ministerio del Interior saudí informó de que el suicida de nacionalidad saudí no figuraba en los registros de los organismos de seguridad del país en ninguna actividad relacionada con el terrorismo. Las autoridades kuwaitíes anunciaron también esos días la detención de al menos tres personas por su supuesta implicación en ese ataque terrorista, entre ellos el conductor que llevó al suicida a la mezquita.
Veintisiete personas murieron y 227 resultaron heridas cuando un hombre detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en la sala de oración donde se congregaba un gran número de creyentes, con motivo del rezo del mediodía del viernes.
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