"Aunque sigo con atención los informes de progreso que llegan a la sede de UNICEF en Nueva York, no hay estadísticas que puedan reflejar los desafíos físicos y humanos que todavía continúan", ha afirmado Lake. "He venido aquí no sólo para ver los avances en persona, sino también para dar las gracias a nuestro personal de UNICEF que ha estado aquí desde el principio y continuará apoyando el trabajo de reconstrucción a largo plazo."
UNICEF ha movilizado a expertos de todo el mundo para apoyar el trabajo humanitario en el país, incrementando el personal sobre el terreno a más de 100 personas para llevar a cabo un plan de recuperación que fortalezca los servicios para los niños. Esto incluye trabajar con el gobierno y sus aliados para que los niños vuelvan a estudiar, fortalecer el sistema de protección de la infancia, trabajar en el restablecimiento y rehabilitación de los sistemas de agua y de la cadena de frío para distribuir vacunas con seguridad y apoyar a los niños amenazados por la desnutrición.
La agencia especializada en la infancia ayudó a restaurar el agua en la ciudad de Tacloban ocho días después de que el tifón golpeara la ciudad, y tiene como objetivo contribuir a reestablecer el agua potable en más de 60 comunidades.
El gobierno de Filipinas reabrió algunas escuelas en la zona el pasado 2 de diciembre, y los directores y educadores ya están trabajando para ayudar a los niños a retomar las clases, incluso sin libros ni aulas. En todas las islas, las comunidades están trabajando juntas para limpiar las escuelas. Se han montado 193 tiendas de campaña para ser utilizadas como escuelas con capacidad para cerca de 20.000 estudiantes y más de 50.000 niños se benefician de los materiales escolares distribuidos por UNICEF.
UNICEF está distribuyendo tiendas amigas de la infancia para niños y tiendas para madres y bebés con personal voluntario formado en apoyo psicosocial para ayudar a los niños a superar el dolor provocado por las vivencias que han sufrido.
UNICEF también está trabajando estrechamente con maestros y administradores para apoyar los desafíos que representa trabajar con niños que han sufrido una gran pérdida.
La agencia dedicada a la infancia ha formado a 44 policías y trabajadores sociales en las zonas afectadas para que puedan identificar a los niños que han sido separados de sus familias y puedan necesitar un cuidado especial.
"Nada de esto se podría haber hecho sin el apoyo que UNICEF Filipinas está recibiendo desde todo el mundo, especialmente de las personas y los aliados del sector privado que colaboran a través de nuestros comités nacionales", dijo Lake.
Lake se reunió y habló con niños, maestros y padres de familia en numerosas escuelas, espacios educativos, tiendas de campaña y puntos de vacunación en Leyte y Samar del Este.