El conflicto por las caricaturas comienza el 30 de septiembre de 2005. Ese día, un periódico danés, publica doce dibujos con Mahoma como protagonista para ilustrar un artículo sobre la libertad de expresión. Este hecho desata la ira entre los musulmanes, ya que la representación del Profeta está prohibida.
La ira del mundo islámico se cobró la vida de decenas de manifestantes. Por su parte, Al Qaeda, elabora su lista negra. Dibujantes y publicaciones sufrirán desde entonces todo tipo de ataques.
En 2010, el danés Westergaard, escapa milagrosamente de un atentado. El sueco Vilks, objetivo del ataque de este sábado, es agredido en varias ocasiones. Pero el hecho más grave tiene lugar el pasado 7 de enero cuando los hermanos Kouachí asaltan la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo y asesinan a 12 personas, entre ellas a cinco destacados caricaturistas.
Semana trágica para Francia en la que otras cinco personas son asesinadas por Amedy Coulibaly, aparentemente coordinado con los otros dos terroristas. Estos crímenes movilizan a la sociedad francesa que apoya masivamente a Charlie Hebdo.
Prueba de ello, son los siete millones de ejemplares vendidos del número publicado pocos días después de la tragedia. La próxima entrega saldrá el día 25, aunque redactores y dibujantes viven desde entonces escoltados por la policía.