Diez niños mueren en Siria en un ataque con bombas de racimo

El horror no abandona Siria y las últimas víctimas inocentes han sido de nuevo los niños. Al menos diez han muerto en un ataque con bombas de racimo cerca de Damasco.

Las imágenes de la masacre son muy duras. Los pequeños estaban jugando en la calle cuando les sorprendió el bombardeo. En el vídeo, que ha difundido la oposición al régimen, puede verse a los padres recogiendo a sus hijos para llevarlos al hospital. Los rebeldes denuncian que no había combatientes en esa zona.

Es difícil obtener alimento y muchos menores no van a la escuela, según denuncia Cruz Roja

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha mostrado su "alarma" por el comportamiento que mantienen las partes en conflicto en Siria y les ha hecho un llamamiento para que respeten a la población civil y al personal humanitario que trabaja en el país. "La escalada de la violencia armada se está cobrando un alto precio entre la población civil", lamentan en un comunicado.

Según el CICR, las familias afectadas viven atenazadas por la angustia y la desesperación ante el aumento de la inseguridad y la incertidumbre sobre su futuro. Sus medios de subsistencia se han visto afectados, la atención médica ha empeorado, los alimentos básicos son más difíciles de obtener y muchos niños han dejado de ir a la escuela.

Además, en los últimos meses, cientos de miles de hombres, mujeres y niños han tenido que huir de sus hogares a causa del conflicto.

Así las cosas, el organismo ha reiterado que el Derecho Internacional Humanitario solo permite dirigir ataques contra objetivos militares y no contra la población civil ni contra bienes de carácter civil como viviendas, colegios, instalaciones y vehículos de salud, refugios comunitarios o lugares de culto.