La ministra de Cultura británica, Maria Miller

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SOLICITÓ AYUDAS PARA UNA VIVIENDA EN LA QUE VIVÍAN SUS PADRES

Dimite la ministra británica de Cultura por un fraude de 7.000 euros

La ministra británica de Cultura, Maria Miller, ha presentado este miércoles su dimisión a raíz del escándalo surgido tras su reclamación de sus gastos en concepto de vivienda. La ministra tendrá que devolver 7.000 euros por solicitar ayudas para una vivienda en la que vivían sus padres.

En una carta enviada al primer ministro británico, David Cameron, Maria Miller señala que la controversia por los gastos se ha vuelto "una distracción para el trabajo vital" que está haciendo el Ejecutivo. En los últimos días, la ministra, que también es responsable de Deporte y Medios de Comunicación, afrontaba presiones para que dimitiera al revelarse que durante años reclamó excesivos gastos en concepto de vivienda.

La ministra tendrá que devolver 7.000 euros por hacer un uso indebido de las normas que permiten a los miembros del Parlamento solicitar ayudas para su vivienda, ya que Miller solicitaba las ayudas para una vivienda en la que vivían sus padres.

En su carta a Cameron, Miller le recalcó que estaba "inmensamente orgullosa" por su trabajo para defender las instituciones culturales británicas y también por apoyar el derecho de todas las parejas, gays y heterosexuales, de "tener la oportunidad de casarse independientemente de su sexualidad". Por su parte el primer ministro le ha agradecido la importante labor para sacar adelante la legislación sobre la ley del matrimonio entre parejas del mismo sexo.

La titular de Cultura había sido sometida a una investigación de 15 meses por parte del llamado Comité de Estándares del Parlamento para esclarecer si había abusado de su derecho como parlamentaria a reclamar al erario público parte de los gastos de tener una segunda vivienda en Londres.

En concreto, el comité multipartito recibió una denuncia en la que se ponía de manifiesto que Miller, que reclamaba 109.391 euros anuales para sufragar la hipoteca de su vivienda en la capital, había permitido a sus padres vivir en esa casa sufragada por el contribuyente entre 2005 y 2009.

Los parlamentarios tienen derecho a pasar como gastos los costes de su alquiler o de la hipoteca del alojamiento que utilizan mientras se encuentran en Londres si son diputados por otra ciudad. En el caso de Miller, la pesquisa se centró en el hecho de que fueran sus padres los que habitaran esa segunda vivienda.

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