Corea del Norte es un país prácticamente desconocido entre otras cosas porque es una hermética dictadura. Aún así, alguna información traspasa las fronteras de Corea del Norte. Sobre todo de la familia que lo gobierna. La saga de los Kim asusta por sus secretos y sus excentricidades.
En un país poblado de siluetas enclenques, un rostro carrilludo, que luce el mismo corte de pelo que su padre, es, según los analistas, igual de ambicioso que él. El "Joven General" como la propaganda ha bautizado a Kim Jong-un, acaba de ser presentado en sociedad con toda la fanfarria propia de un régimen depredador, dueño de una formidable máquina de guerra
Es el elegido por Kim Jong-il, el "Amado Líder" como se le denomina en su país. Un Dios viviente pero que como cualquier padre, los disgustos se los acostumbra a dar sus hijos. Sobre todo el mayor, considerado, en algún momento, como el sucesor de la dinastía norcoreana.
Kim Jong-nam es un "Bon vivant" que vive entre Pekín y Macao, conocida por sus casinos y fiestas. Caído en desgracia cuando quiso visitar Disneylandia con pasaporte falso, se acaba de despachar a gusto al criticar el relevo dinástico en una televisión japonesa.
Poco o nada se sabe de las intenciones del heredero, pero su padre no le va a dejar solo en la cumbre gubernamental. Para evitar que sus planes se conviertan en humo y con hábil despliegue de nombramientos, ha colocado en puestos clave a su hija y su cuñado, hambre de mano pesada y fino estratega, para salvaguardar la sucesión frente a la Vieja Guardia, posiblemente hostil al mofletudo delfín.
