Agencia Espacial Europea
El director de la ESA, Josef Aschbacher: "La invasión de Rusia a Ucrania ha cambiado el espacio"
Josef Aschbacher cuenta en qué proyectos está trabajando la Agencia Espacial Europea (ESA), las consecuencias de la guerra de Ucrania también en otro campo de batalla, el espacio, y el próximo calendario con la presidencia española en la Unión Europea.
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Josef Aschbacher no pierde la sonrisa propia de un directivo que disfruta con su trabajo. De visita en España -una de sus visitas habituales para asistir a reuniones y a foros- nos concede unos minutos para contarnos en qué proyectos está trabajando la Agencia Espacial Europea (ESA), las consecuencias de la guerra de Ucrania también en otro campo de batalla, el espacio, y el próximo calendario con la presidencia española en la Unión Europea.
Este austríaco doctorado en Ciencias Naturales lleva dos años dirigiendo la nave europea de la ESA y lucha por su protagonismo en un espacio en el que cada vez hay más visitantes y, por tanto, más competencia.
La entrevista completa
Pregunta. ¿Cuáles son los próximos proyectos de la Agencia Espacial Europea?
Respuesta. Tenemos proyectos muy interesantes próximamente. Uno de ellos, que ya ha empezado, es el entrenamiento de nuevos astronautas que fueron seleccionados en noviembre del año pasado. Entre ellos está Pablo Álvarez, un joven ingeniero español. Tuve la ocasión de verle la semana pasada. Está entusiasmado, muy ilusionado. Hay también otra astronauta española, Sara, también de León... Esto es algo que les da mucha expectación e ilusión. Pero también tenemos misiones en ciencia espacial, particularmente aquí, en la ESAC, en el Centro de Ciencia de la ESA, donde este tipo de misiones -las de ciencias- se desarrollan.
Hace unas semanas lanzamos JUICE. Es una increíble misión de ciencia y también de ingeniería porque este satélite, cuando llegue a las lunas de Júpiter, buscará e investigará para ver si es posible la habitabilidad de las lunas de hielo en ese planeta. En otras palabras, estamos buscando vida que haya existido o podría existir en esas lunas de hielo de nuestro sistema solar. Estamos buscando vida ahí fuera que no sabemos aún si ha existido, o existe. Es algo que lógicamente todavía llevará un tiempo conocer... Justo detrás de mí tenéis otro satélite que va a ser lanzado también este año, en julio, llamado EUCLIDE, y es otra fascinante misión porque plantea cuestiones de las que no tenemos aún respuestas. Sabemos que el 95% de nuestro Universo está compuesto por energía oscura y metales oscuros. Pero realmente no sabemos lo que es y cómo funciona . Hay una teoría que explica cómo el universo se expande y este satélite intentará descubrir algo más para entender mejor cómo funciona el Universo. Así que hay un montón de cuestiones sin responder y muchas misiones interesantes aún por llegar. Estos son solo dos ejemplos.
P.- Hablando de la misión JUICE, que se lanzó el pasado 14 de abril, ¿tenemos alguna noticia sobre su desarrollo?
R.- Sí, fue un lanzamiento que fue perfecto. El cohete 'Ariane 5' llegó a la órbita donde debía entrar, tal y como estaba previsto. Ahora está realizando maniobras de asistencia gravitatoria, lo que significa que está orbitando alrededor de Venus, la Tierra, nuestra luna... para alcanzar Júpiter, donde tardará aún bastante en llegar. Está programado para julio de 2031, así que aún tardará 8 años en llegar allí, y una vez allí, alcanzará las llamadas "lunas de hielo" jupiterianas. Así que es muy interesante porque tiene bastantes hitos científicos. Ahora mismo estamos desplegando nuestros instrumentos, hay 10 a bordo. Uno de ellos es un artefacto muy pequeño y debemos estar pendientes de que se despliegan de forma correcta en caso de problemas técnicos, que es nuestro día a día en ingeniería. Es muy complejo y son cosas con las que tenemos que lidiar, por supuesto. Tenemos que probar a menudo 80 veces antes de conseguirlo y resolver estos problemas, pero estamos continuamente encendiendo y comprobando estos instrumentos y lo estaremos haciendo durante los próximos dos meses.
P.- Cada vez que un asteroide se aproxima a la Tierra nos vienen a la mente películas de catástrofes. ¿Esto puede ocurrir o hay formas de prevenirlo? ¿Por qué es importante la misión HERA?
R.- Es importante porque HERA realmente observa los cometas que han tenido impacto por la misión de la NASA llamada DART, que es una misión que lleva desde el año pasado. La NASA literalmente hace impactar satélites en un asteroide y la misión HERA observará ese asteroide: qué ocurre con él, el daño que recibe por ese impacto, el cambio en su órbita... así que hay muchos aspectos en esta misión. HERA comenzará a finales del próximo año 2024 para observar esos impactos así que es una misión para ver los peligros que se ciernen sobre nuestro planeta Tierra, y por supuesto podemos asegurar que no hay peligro para los próximos 100 años. Pero, por si acaso, en el caso de que hubiese un inesperado asteroide en camino, estamos estudiando junto a la NASA métodos de impacto sobre ese asteroide, y salvaguardar así nuestro planeta.
P.- Durante estos años, varios países han anunciado lanzamientos o lanzado misiones a la Luna, a Marte... ¿Es el espacio el nuevo campo de batalla geopolítico? ¿Cuál es aquí el papel de China? ¿Se puede considerar un socio o compañero fiable?
R.- Sí, ahora mismo están ocurriendo muchas cosas en el espacio. Hay un fuerte incremento de actividades espaciales, sobre todo de EE.UU. -tanto a nivel comercial como de gobiernos de los estados-. NASA incrementa esa actividad cada año pero también a nivel de Defensa y Seguridad espacial, EE.UU. está invirtiendo fuertemente en el espacio a través del Comando Espacial de EE.UU. Esto es a nivel de dinero público de EE.UU. Pero además, tenemos inversiones privadas. Por ejemplo, la de Elon Musk, que quizás es el inversor privado más conocido, aunque hay muchos más inversores privados entrando en el espacio. Globalmente, la inversión privada en el espacio es de unos 13.000 millones de euros o dólares, de los que contamos con una pequeña parte europea.
China está invirtiendo mucho en el espacio. De hecho, es impresionante lo rápido que avanza su programa, sus capacidades. Tienen su propia estación espacial, han llegado a la Luna, tienen misiones a Marte, así que tienen muchísima actividad espacial. China se va a convertir en un poder espacial importante o ya lo es, pero incrementará sus capacidades. Y luego tenemos Europa: la pregunta es cuál es el papel de Europa en este campo global, con EE.UU., Rusia, China, también India, por supuesto Japón y otros países invirtiendo tan fuerte en el espacio y mi pregunta como director general de la ESA es qué debería hacer Europa para asegurarnos un lugar en esta expansión inversora y no quedarnos atrás, asegurarnos de que realmente participamos activamente. Recientemente, se ha publicado un informe que he podido recibir por un grupo de alto nivel, de personas muy preparadas que no pertenecen a la comunidad espacial. Ellos han consultado e investigado durante meses. Ese informe podría revolucionar el espacio y apremia a Europa a despertar, a hacer algo, porque todo esto está ocurriendo alrededor y Europa no puede quedarse atrás. Ahora mismo estoy discutiendo con los 22 países que componen la Agencia Espacial Europea, entre los que está España, qué hacer y cómo Europa puede responder a todo esto. A este respecto, va a haber una reunión muy importante este año en Sevilla, los días 6 y 7 de noviembre, con la presidencia española de la UE, junto a la presidencia alemana de la ESA, -un foro entre la UE y la ESA-, y allí discutiremos y debatiremos cómo puede responder Europa a este reto global y ante esta oportunidad. Tengo que agradecer a España que acoja esta cumbre porque será muy importante para Europa y el Espacio.
P.- ¿Eso significa que Europa debería invertir más en el Espacio?
R.- La inversión siempre viene acompañada de beneficios. Cada euro invertido en el espacio reporta 2 o 3 euros a la economía. Así que si tú inviertes un euro, puedes obtener nuevas empresas, nuevos servicios, nuevas oportunidades... La inversión en el espacio siempre es una buena inversión porque hace crecer la economía y además suele estar acompañada de nuevas tecnologías que traen desarrollo. El espacio es un sector económico que está creciendo muy deprisa.
P.- Uno de los retos para futuras misiones está en el lanzamiento de cohetes. Durante décadas, las Soyuz rusas fueron la opción principal. Usted dijo en una entrevista el pasado mes de enero que la independencia de la ESA estaba en riesgo por este asunto. ¿Piensa igual ahora o hay alternativas a la vista?
R.- Debido a la invasión rusa a Ucrania, la situación política ha cambiado drásticamente a nivel global, también en el espacio. Rusia solía ser un socio fuerte en este sector, para el espacio europeo. Teníamos, de hecho, muchos proyectos compartidos con Rusia, que ahora han terminado. Uno de ellos es el lanzamiento de cohetes Soyuz en la Guayana francesa, en Sudamérica, que es territorio francés, es decir, europeo. Esa cooperación ha terminado y eso significa que un cohete que transportaba satélites al espacio ya no existe, al menos para Europa, pero sí para Rusia. Y ése es el problema. Porque algunos de nuestros satélites han sido diseñados para ser lanzados por Soyuz y ya no pueden hacerlo. Ahora tenemos que estudiar p ej el lanzamiento del Ariane 6. Es una situación compleja que hay que resolver. Es una de mis prioridades: asegurar y garantizar la salida al espacio de nuestros cohetes y lanzaderas. Tenemos diferentes opciones y tamaños. La más grande es Ariane, el siguiente tamaño, medio, es Vega. Hay otra clase nueva de cohetes que aún no están siendo lanzados. Uno de ellos es el español Miura, pero también hay alemanes, británicos... que están siendo construidos, más pequeños, algunos de una tonelada, pero aún así muy importantes. Es un nuevo sector. Así que sí, esto nos ha acarreado obstáculos pero tenemos que asegurarnos de que nuestros instrumentos pueden ser desarrollados y nuestro calendario de lanzamientos se cumple.
P.- Usted nos ha hablado antes de Pablo y Sara, nuestros dos astronautas españoles en entrenamiento. ¿Cuándo cree que podrán llevar a cabo su primera misión? Por ejemplo, en las colonias espaciales, ¿Cuándo serán una realidad y para qué se usarán?
R.- Bueno, hay varias preguntas ahí. Pablo está ahora realizando el entrenamiento. Él es uno de los 5 nuevos astronautas de la ESA que volarán a la Estación Espacial Internacional. Para el final de esta década habrá nuevas misiones allí, la primera de las cuales será en 2026. También, por cierto, hay otro vuelo este año con el astronauta Andreas Mogensen, pero es de otro grupo de astronautas, de 2009. Para la promoción de 2022, en la que está Pablo, el primer vuelo está proyectado para 2026. Primero tienen que completar el entrenamiento, -ahora están con el básico que durará poco más de un año- y luego los seleccionados tendrán un entrenamiento especial que durará otro año. Así que los 5 viajarán, Pablo entre ellos, pero no sé si será el primero, tercero, quinto... eso se verá cuando la misión correspondiente esté cerca y sepamos más sobre ella.
Sobre la segunda cuestión, la infraestructura de las colonias fuera de nuestro planeta, en la luna por ejemplo... Primero empezaremos con estaciones comerciales espaciales. La Estación Espacial Internacional como la conocemos ahora, a final de esta década, dejará de funcionar y habrá nuevas estaciones comerciales preparadas por empresas norteamericanas y europeas que harán posible que estas estaciones sean utilizadas en sustitución de la EEI. Así que el primer destino es ir a la órbita terrestre baja, a esas estaciones. El primer destino es la Luna, volver a la Luna con la misión Artemis. ESA es un fuerte socio del Programa Artemis. Estamos probando los módulos de apertura e importantes elementos de la misión. Y somos un socio fuerte de la NASA en esta misión para volver a la Luna. Esto ocurrirá en los próximos años, en esta década. Es por supuesto una nueva forma de regresar a la Luna: no es solo ir y volver a los pocos días, sino que estableceremos nuestra presencia allí con infraestructura y esto es lo que estamos preparando ahora. Estamos trabajando en el módulo de aterrizaje lunar, que se llama ARGONAUT, un transportador, con una tonelada y medio de peso... España también está participando en esta misión.
También hay otra misión que empezamos en noviembre del año pasado, llamada MOONLIGHT, para tener navegación y comunicación con sistemas alrededor de la Luna. Y también permitir a los astronautas navegar y tener comunicaciones como hacemos ya en nuestro planeta con nuestros teléfonos móviles o sistemas de navegación. Así que tenemos muchos proyectos en desarrollo ahora mismo.
P.- ¿Qué importancia tiene el sector privado en la carrera espacial? ¿Sería posible sin él, sería más lento el desarrollo...?
R.- El sector privado ha cambiado drásticamente la forma en la que hemos llegado al espacio, lo vemos cada día por ejemplo con SpaceX, es un claro ejemplo de cómo es de potente el sector privado. Pero realmente es una combinación del sector privado y público lo que realmente funciona. SpaceX no existiría sin la NASA, porque la NASA está ayudando creando cohetes Falcon 9, con tecnología, dinero... y esto es algo que funciona muy bien en EE.UU. En Europa ocurre algo parecido. El sector privado está apoyado por el público, por la ESA y las agencias espaciales nacionales para construir este terreno. Pero hay un gran cambio ahora comparado con hace unos años, porque ahora el sector privado quiere invertir, está dispuesto a correr riesgos, y eso está haciendo que tenga más iniciativa, el sector público le está dejando su lugar, y ése es el gran cambio que estamos viendo ahora.
P.- Para finalizar, permítame una cuestión más personal. ¿Cómo lleva lo de coordinar 22 países? Imagino que es un reto satisfactorio pero un tanto estresante...
R.- Es un gran placer coordinar a estos 22 países entre los que está España, un miembro muy importante de la ESA. Estoy trabajando muy bien con el gobierno español, se han involucrado mucho en esta cooperación. España ha invertido casi mil millones de euros. Así que tiene un gran compromiso con la ESA. No siempre es fácil lidiar con 22 países, como puedes imaginar, pero disfruto con mi trabajo asegurándome de que el programa europeo puede llevarse a cabo con la participación de todos los estados miembros. Creo que es la fuerza de Europa. Somos muy capaces. Tenemos satélites capaces de hacer cosas que otros no pueden hacer. Son únicos y es otra prueba de la excelencia que Europa puede crear con cooperación y trabajo juntos. De eso se trata, y de eso se ocupa la dirección de la ESA: de que todo eso sea posible.
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