El transbordador Discovery realizó hoy un último viaje que fue seguido por cientos de personas hasta el que será su nuevo hogar, el Museo Nacional del Aire y el Espacio, dejando en la memoria una estela de imágenes imborrables.
Acoplado sobre un Boeing 747 de la NASA modificado y de más de 70 metros de largo, partió temprano desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, donde fue despedido por los astronautas de la misión STS-133, la última que llevó a cabo antes de ser retirado en 2011.
A modo de adiós el Discovery hizo un sobrevuelo por la conocida como "costa del espacio" y emprendió rumbo al norte donde a su paso le esperaban cientos de seguidores. El programa de transbordadores espaciales ha hecho soñar a varias generaciones, como a Laura Beasley, geóloga, que ha seguido el programa espacial desde niña y acudió al Aeropuerto Internacional de Dulles en Virginia para darle la bienvenida.
Beasley recordó que viajó con sus padres a Florida en los años ochenta para ver al Discovery en el primer lanzamiento que programó la agencia espacial estadounidense (NASA) después del accidente del Challenger (1986) y por eso verlo aterrizar fue "muy emocionante", según afirmó. "Desde chiquita he visto cosas así en la televisión pero estar aquí (...) da escalofríos ver algo que va a estar en los libros y son las cosas sobre las que aprenderán nuestros hijos", declaró, por su parte, Erika González, de 27 años.
Antes de tocar tierra, el Discovery deleitó al público con un espectacular recorrido aéreo por Washington que hizo que los oficinistas se aglomeraran en las terrazas de sus edificios y los turistas se detuvieran por las calles para ver la nave espacial. En un día claro, con alguna nube que no logró desanimar al público, el dúo pasó a menos de 1.500 pies (455 metros) de altura dejando imágenes únicas con el Capitolio, el monumento de George Washington o la Casa Blanca de fondo.
La propia tripulación del avión vio cómo la gente saludaba desde todos los puntos de la ciudad, según dijo JJ Johnston, de la Administración Federal de Aviación (FAA), que durante cuatro meses ha coordinado con diferentes agencias, el Servicio Secreto y el Pentágono el sobrevuelo una experiencia "única en la vida".
Finalmente el Discovery aterrizó en la pista 1R del Aeropuerto Internacional de Dulles donde le esperaban la subdirectora de la NASA, Lori Garver; el secretario de Transporte, Ray Lahood; el director del museo Nacional del Aire y el Espacio, John R. "Jack" Dailey, y el secretario de la Institución Smithsonian -a la que pertenece el museo-, Wayne Clough.
"En cuanto toque tierra dejará de estar al servicio de la NASA para formar parte de la gran colección del Smithsonian y continuar al servicio para inspirar a los más jóvenes", dijo Garver. El Discovery es el tercer transbordador de la flota de cinco que tuvo la NASA. Con 39 misiones es el que más vuelos al espacio ha realizado, en los que recorrió 238.539.070 kilómetros y completó 5.830 órbitas en los 365 días totales que rodeó la Tierra.