Una mujer ondea la bandera de Francia

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MÁS ALCANCE QUE TRAS EL ATAQUE A 'CHARLIE EHBDO'

Se dispara el patriotismo en Francia, reflejado en la venta de banderas nacionales

La demanda de banderas tras los atentados de París se encuentra en niveles similares a los de momentos como la muerte del general Charles de Gaulle en 1970 o la victoria de Francia en el Mundial de Fútbol de 1998. El 97 % de quienes se consideran de derechas y el 88 % de los que se dicen de izquierdas se sienten representados por la 'tricolor'.

Los recientes ataques terroristas de París han generado una oleada de múltiples homenajes patrióticos en Francia que se refleja también en la venta de banderas nacionales, un símbolo que respaldan el 93 % de los ciudadanos franceses. "Desde el primer día después de los atentados, nuestra página web ha tenido un pico de visitas, y en una semana se han duplicado el número de pedidos", explicó Marie Ledet, responsable de Doublet, fabricante de banderas con taller en Lille, en el norte de Francia.

La venta de enseñas nacionales, que muchos han adoptado en sus perfiles en las redes sociales, ya registró un repunte tras los atentados yihadistas del pasado enero, que se cobraron 17 víctimas mortales. Pero la masacre del pasado 13 de noviembre, en la que perdieron la vida 130 personas y más de 350 resultaron heridas, ha situado la demanda de banderas a niveles similares a los de momentos como la muerte del general Charles de Gaulle en 1970 o la victoria de Francia en el Mundial de Fútbol de 1998.

"Ocurrió algo parecido tras (los atentados de) 'Charlie Hebdo' pero se calmó pronto. Ahora tiene mucho más alcance, tanto por parte de instituciones y colegios como de particulares", agregaron los responsables de Doublet, taller que confecciona 'tricolores' desde 1832.

Un reciente sondeo de Odexa publicado por Le Parisien arroja que no hay apenas diferencias entre la sensibilidad política de los franceses a la hora de identificarse con su bandera, adoptada como enseña nacional durante la Primera República, el 15 de febrero de 1794 (el 27 pluvioso del año II, según el calendario revolucionario). Esa encuesta muestra que el 97 % de quienes se consideran de derechas y el 88 % de los que se dicen de izquierdas se sienten representados por la bandera de tres bandas verticales que reconoce como "emblema nacional" el artículo 2 de la Constitución francesa de 1958.

"En momentos oscuros, y ya lo habíamos constatado en enero tras 'Charlie', los franceses se consideran un pueblo. Quiere reunirse y necesitan símbolos para hacerlo", comentó la directora general del instituto encargado del sondeo, Céline Bracq. Y un símbolo automático para forjar esa unidad nacional es la bandera, que se dice imaginó el pintor neoclasicista Louis David y que, según el Gobierno francés, tomó en 1789 sus colores del rojo y azul que distinguían a París y del blanco que el entonces todavía rey Luis XVI introdujo para incluir un distintivo monárquico.

"Realmente se nota la unidad nacional. Hemos tenido muchos más encargos. Hemos registrado decenas y decenas de pedidos suplementarios, y muy rápidamente", dijo Georges Charlet, presidente de Faber, empresa que también fabrica banderas cerca de Lille. Y cabe esperar que las ventas progresen aún más después de que el presidente de Francia, François Hollande, invitara a sus conciudadanos a engalanar con la tricolor las fachadas de sus casas, con motivo del homenaje nacional a las víctimas del 13-N que se celebrará el próximo viernes.

Habrá que esperar a ese día para ver si los franceses responden en masa a la petición de su jefe de Estado, pues si el respeto al estandarte nacional es casi unánime, solo el 61 % de los ciudadanos de la patria de Voltaire, Rousseau y Montesquieu quiere que el azul, el blanco y el rojo florezcan en el exterior de sus viviendas. Ese símbolo adoptado tras la Revolución francesa de 1789 es la mejor síntesis de Francia solo para el 31 % de sus nacionales, pero queda superado por el 41 % que se queda con el eslogan nacional: Libertad, Igualdad, Fraternidad.

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