Donald Trump
Donald Trump asegura ser víctima de un "sistema corrupto" en su primer mitin tras ser imputado
El exmandatario Donald Trump ha defendido que no hizo nada malo porque estaba amparado por la Ley de Registros Presidenciales.
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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reprochado desde Georgia una "caza de brujas" y una "persecución feroz" en respuesta a la imputación formal de la que ha sido objeto. Así se ha referido el primer acto público en el que ha participado desde que saltó la noticia de los 37 cargos relacionados con la posesión de documentos secretos en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
"Es uno de los abusos de poder más tremendos que ha habido en nuestro país", ha dicho Trump. Asegura que es una "persecución feroz" y una "farsa de justicia" de la que ha responsabilizado al presidente Joe Biden.
Los asistentes, muchos ataviados con las características gorras rojas de Trump, reaccionaron con aplausos y no dudaron en emitir abucheos cuando el republicano se refería al actual presidente estadounidense. Joe Biden ha anunciado que optará por la reelección en 2024, aunque no se ha posicionado sobre la nueva imputación de Trump, la segunda después de que fuera imputado el pasado mes de marzo.
"Han puesto en marcha una caza de brujas tras otra para intentar parar nuestro movimiento, frustrar la voluntad del pueblo estadounidense", ha afirmado. "En realidad no vienen a por mí. Están yendo a por vosotros", ha advertido.
Donald Trump ha defendido que no hizo nada malo porque estaba amparado por la Ley de Registros Presidenciales. "Toda esta imputación falsa ni siquiera menciona la Ley de Registros Presidenciales porque quieren utilizar lo que llaman Ley de Espionaje", ha argumentado.
La comparecencia de Trump ha sido la primera desde que se hiciera pública la acusación de la Fiscalía, que indica que tras dejar el poder en 2021, Trump ordenó trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago decenas de cajas con recortes de periódicos, cartas, fotos y cientos de documentos clasificados. Esos documentos no fueron almacenados de manera segura, sino que acabaron en diferentes rincones de la mansión de Trump, como un dormitorio, un salón de baile y un baño.
Ley de Registros Presidenciales de 1978
La Ley de Registros Presidenciales de 1978 indica que todos los documentos de un presidente son propiedad pública del Gobierno estadounidense y no privada. Por ello, Trump al dejar la Casa Blanca debería haber entregado los documentos clasificados a los Archivos Nacionales, encargados de su custodia.
Archivos Nacionales descubrió que no se les habían entregado todos los documentos clasificados y, como el exmandatario no los devolvía, acabaron acudiendo al FBI. En agosto de 2022, el FBI acabó registrando la mansión del expresidente para hacerse con las cajas de documentos clasificados que seguían en su custodia.
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