Donald Trump siempre ha sido un gran usuario de Twitter, antes y después de llegar a la Casa Blanca. Utiliza la red social para lanzar sus mensajes a su estilo y tiene cerca de 90 millones de seguidores. En estas horas de incertidumbre sobre los resultados de las elecciones de Estados Unidos 2020, Trump ha tuiteado casi de forma compulsiva.
Ataque directo de Trump contra Twitter
No disimula Trump su enfado con Twitter. En un mensaje directo a la red social asegura que está fuera de control: "Twitter está fuera de control, y es posible gracias a la Sección 230 que le regaló el gobierno"
Más de una decena de tuis señalados como engañosos en poco más de 24 horas
Twitter ha ido marcando los mensajes del candidato demócrata en las elecciones de Estados Unidos 2020 con la leyenda "Alguna parte o todo el contenido compartido en este Tweet ha sido objetado y puede ser engañoso respecto de cómo participar en una elección u otro proceso cívico". La mayoría de los mensajes tenían que ver con las acusaciones de Trump a un supuesto fraude electoral en el voto por correo o en el recuento de papeletas sin aportar ninguna prueba. En alguno de ellos Trump pedía directamente que se parara el recuento de votos.
El contenido de las declaraciones de Trump ha provocado incluso que varias cadenas de televisión, incluida la Fox, cortaran su último discurso televisivo por incluir datos engañosos.
¿Qué es la polémica sección 230?
No es la primera vez que Donald Trump ataca a las redes sociales. Ya en mayo cargó contra Twitter cuando la red calificó por primera vez dos de sus tuits como "potencialmente engañosos". De hecho en una orden presidencial planteó la necesidad de cambiar la ley para responsabilizar a compañías tecnológicas como Google, Twitter o Facebook por el contenido que se publica en sus plataformas.
Ahora vuelve a la carga contra la sección 230 de la ley de Decencia de las Comunicaciones. Esa norma federal se aprobó en 1996, antes de que existiera Google o Facebook. Se trataba de proteger a las nuevas compañías de internet de responsabilidades legales por lo que pudieran decir sus usuarios. El texto de la norma recoge que "ningún proveedor o usuario de un servicio de ordenadores interactivo deberá ser tratado como el publicador o emisor de ninguna información de otro proveedor de contenido informativo".