Todos los años por estas fechas la Casa Blanca sigue una antigua tradición: indultar a un pavo, el plato que no falta en la cena de Acción de Gracias. En esta ocasión el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido ayuda a través de una encuesta en internet.
'Pan' y 'Mantequilla' han sido los ilustres invitados en la Casa Blanca. Esperaban al presidente paseando por el jardín de su mansión, entre los periodistas, más divertidos que de costumbre.
Acompañado por Melania, Donald Trump daba la bienvenida y bromeaba sobre su proceso de destitución: "estos dos pavos van a asistir a la sesión del congreso el día de Acción de Gracias". Para más tarde proceder al indulto: "yo te concedo un perdón completo y absoluto".
Aunque el que estaba sobre la mesa era 'Mantequilla', el indulto ha sido para los dos pavos. Ambos vivían en el anonimato hasta hasta que sus nombres saltaron a la fama con un tuit de la Casa Blanca: ¿Qué pavo debería indultar el presidente Trump?
Los dos han pasado las últimas horas en una lujosa habitación de un hotel de Washington. Según su dueño, son muy futboleros: "hemos leído libros con ellos, hemos visto vídeos y hemos jugado al fútbol, aunque a ellos no se les da muy bien".
La tradición del indulto presidencial al pavo se remonta a 1920 y forma parte de la fiesta de Acción de Gracias, proclamada por el primer jefe de Estado de EEUU, George Washington (1789-1797), con el objetivo de celebrar "el nacimiento de una nueva nación y su prosperidad"; y se celebra el tercer jueves de noviembre desde que así lo decidiera el presidente Franklin D. Roosvelt (1933-1945), en 1941.
Los estadounidense tienen la tradición de comer pavo en estas fechas en recuerdo a los primeros colonos del nordeste del país, conocidos cazadores de estas aves.