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EXCÉNTRICO Y RADICAL CON 4.000 MILLONES DE FORTUNA
Donald Trump, el irreverente que encandila a las masas
Campos de golf, casinos, hoteles, mansiones y apartamentos de lujo, avión y helicópteros privados… Podría decirse que Donald Trump lo tiene todo a sus 69 años, o al menos un patrimonio de 4.000 millones de dólares. Sólo le queda convertirse en presidente de Estados Unidos. Y a eso aspira.
Lo hace con una campaña llena de declaraciones polémicas e insultos. Se ha metido con el Papa cuando dijo que si el Vaticano era atacado por los terroristas de Estado Islámico, Francisco desearía que él fuese el inquilino de la Casa Blanca.
También con periodistas, musulmanes, negros e hispanos. Dijo que México no envía precisamente a sus mejores ciudadanos a Estados Unidos. Incluso el prestigioso diario The New York Times ha hecho una lista con todos los objetivos que han sido blanco de su oratoria. Hasta el momento, unos 200.
Y todo ello le ha funcionado. Cuenta con muchos detractores, pero también con gran número de acérrimos defensores que lo ven como el hombre seguro y triunfador, que se ha hecho a sí mismo.
Magnate inmobiliario, casado por tercera vez, ególatra y aparentemente sin muchos escrúpulos, las primeras encuestas lo situaban como el precandidato republicano mejor valorado. Su aplastante victoria en las primarias del estado de New Hampshire también.
Pero la elección definitiva será en julio, en la convención de su partido. Si entonces logra ser candidato, las urnas dirán en noviembre si se convierte en el antagónico sucesor del primer presidente negro de Estados Unidos, quien -por cierto- también cuenta con un hueco en su lista de insultados.
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