Toma de posesión
Donald Trump se prepara para tomar posesión en el Capitolio de EEUU: así será la ceremonia y sus claves
Trump, de 78 años, regresa a la Casa Blanca cuatro años después. El acto inaugural se celebra en el Capitolio y contará con modificaciones debido al clima. Además, se organizarán múltiples eventos en torno a una fecha que coincide con el Día de Martin Luther King.
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Este lunes 20 de enero de 2025, Estados Unidos vive un momento histórico con la toma de posesión de Donald Trump como 47.º presidente del país. A sus 78 años, el empresario y exmandatario regresa a la Casa Blanca tras haber abandonado el poder en 2021 y retomar su carrera política contra todo pronóstico. En la memoria colectiva estadounidense, solo Grover Cleveland logró algo parecido en 1892. Ahora, Trump protagoniza una ceremonia que, por primera vez en la historia, coincide además con el Día de Martin Luther King, lo que otorga un tinte simbólico a la jornada: un país que conmemora a uno de los mayores defensores de los derechos civiles mientras da la bienvenida a un mandatario que promete impulsar "una gran renovación de Estados Unidos".
El actual presidente saliente, Joe Biden, transmite un mensaje de normalidad y respeto a la tradición durante esta transición, un contraste con la convulsa despedida de Trump en 2021. Sin embargo, Biden ya no acude a la ceremonia como figura principal. Corresponde ahora a Trump coordinar los preparativos para su investidura y llevar a cabo los actos de un ritual arraigado en la democracia norteamericana desde el siglo XVIII.
¿Por qué el 20 de enero?
La Constitución de 1787 fijaba inicialmente el 4 de marzo como fecha para la toma de posesión del presidente. Sin embargo, el largo lapso entre las elecciones de noviembre y la asunción presidencial provocó, en determinados momentos, un limbo peligroso. Uno de los casos más sonados fue la transición entre Herbert Hoover y Franklin D. Roosevelt, en plena Gran Depresión. Para evitar esas demoras, se aprobó la 20.ª Enmienda a la Constitución, la cual adelantó la investidura al 20 de enero (o el 21 si cae en domingo). Desde 1937, todos los mandatarios han jurado el cargo ese día, y Trump no será la excepción.
El escenario y el horario de la investidura
La ceremonia tiene lugar en el Capitolio, en Washington D.C. Es la sede del Congreso y el Senado, y un punto simbólico de la política estadounidense. Tradicionalmente, se realiza en la plataforma oeste del edificio, con vistas al extenso National Mall. Sin embargo, Trump anuncia días antes que, por inclemencias del clima, el acto se traslada al interior del Capitolio, siguiendo el precedente de Ronald Reagan en 1985.
La agenda oficial indica que la solemne jura tendrá lugar a las 12:00 p. m. (hora de la Costa Este). En ese instante, el presidente saliente deja el cargo y el nuevo mandatario asume formalmente. Antes de que Trump pronuncie su juramento, el vicepresidente electo, J.D. Vance, hará lo propio, normalmente ante la presidenta del Senado. Trump, a su vez, jura ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, levantando la mano derecha y colocando la izquierda sobre una Biblia.
El juramento presidencial se limita a una frase clara y concisa:
"Juro (o afirmo) solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y que, en la medida de mis posibilidades, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos."
La jornada previa y la agenda inaugural
La actividad no se limita al lunes. Desde el fin de semana, Trump celebra recepciones y reuniones con su vicepresidente y futuros integrantes de su gabinete. El 19 de enero asiste al Cementerio Nacional de Arlington y encabeza un mitin. Para la mañana del 20, está prevista una procesión hacia el Capitolio y el tradicional servicio religioso. Biden y Trump no comparten el automóvil, como se hacía en otras transiciones, ya que el primero dejó de ser presidente.
Una vez en el Capitolio, Vance jura primero. Acto seguido, Trump recita su juramento y pronuncia su discurso inaugural, que puede durar desde 15 minutos hasta más de media hora. Luego, se dirigirá a la zona de firmas, para rubricar los primeros nombramientos, proclamaciones y órdenes ejecutivas de su nuevo mandato.
La costumbre marca que, tras la ceremonia y el almuerzo con representantes del Congreso, el nuevo presidente revíse las tropas y encabece el desfile inaugural por la Avenida Pensilvania hasta llegar a la Casa Blanca. Por la noche, se celebran bailes y recepciones, con actuaciones de artistas que han aceptado la invitación del equipo presidencial.
Asistencia y proyecciones
El Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias Inaugurales reparte invitaciones para el público y la zona VIP, mientras que cualquier persona interesada puede acercarse al National Mall, donde se instalan pantallas gigantes. En 2009, Barack Obama congregó una cifra récord de cerca de 1,8 millones de personas. En 2017, la multitud fue menor y, según las estimaciones iniciales, en 2025 podría haber una afluencia intermedia. Sea como fuere, las normas de seguridad son estrictas: para acceder, los asistentes deben pasar controles policiales, y parte de las avenidas cercanas al Capitolio quedan cerradas al tráfico.
Aunque el juramento presidencial es esencialmente un asunto doméstico, esta vez hay un giro: Trump extiende invitaciones a varios líderes internacionales, rompiendo la costumbre. Xi Jinping, presidente de China, las rechazó. También han sido invitados líderes como el israelí Benjamin Netanyahu, la italiana Giorgia Meloni y el húngaro Viktor Orbán, entre otros. No se espera, sin embargo, al Gobierno español en funciones. Sí acudirá Santiago Abascal, líder del partido Vox, y un nutrido grupo de partidarios del "trumpismo" en Europa y Latinoamérica.
El día de Martin Luther King
Este 20 de enero de 2025 coincide con el Día de Martin Luther King Jr., una fecha que honra el legado del líder de los derechos civiles. Es una circunstancia que añade carga simbólica a un país que, ante la polarización política y las tensiones raciales, se mira en el espejo de la historia. La Casa Blanca no ha anunciado actos conjuntos sobre el tema, pero tanto la prensa como distintos sectores ciudadanos recuerdan la deuda pendiente con la equidad y la justicia social.
El nuevo mandato de Trump, con la toma de posesión como pistoletazo de salida, abre interrogantes sobre la dirección que tomará Estados Unidos en los próximos cuatro años. Con un telón de fondo marcado por polémicas pasadas y ambiciones futuras, el regreso del controvertido líder se convierte en un momento trascendental para la democracia estadounidense.
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