Teorías sobre cómo y por qué surgió el coronavirus hay todas las imaginables. Una de las que más calado han tenido en la sociedad, sobre todo la estadounidense, es que un grave error ocurrido en un laboratorio en Wuhan pudo haber originado el COVID-19.
Según fuentes de la cadena norteamericana Fox News, al parecer, China no pretendía crear un arma biológica sino demostrar su capacidad de identificar y combatir virus de una forma igual o mejor a la de Estados Unidos.
Dichas fuentes aseguran que la transmisión inicial fue de un murciélago a un humano, y que el paciente cero trabajaba en el laboratorio en Wuhan.
Hace poco, durante una rueda de prensa, Donald Trump fue preguntado por esta versión, a lo que contestó que "cada vez escuchamos más la historia... estamos haciendo un examen muy completo de esta horrible situación".
Por otra parte, del Ejército Mark Milley, jefe del Estado Mayor explicó que "existe una gran cantidad de rumores y especulaciones en una amplia variedad de medios. No debería sorprender que nos hayamos interesado mucho y que haya mucha inteligencia poniendo atención".
Las fuentes apuntan que China habría borrado todo tipo de información y datos relacionado con el accidente en el laboratorio, se destruyeron muestras, se lavaron las áreas contaminadas y se persiguió a los médicos e investigadores que intentaron alertar sobre la enfermedad.
La nula transparencia por parte del régimen chino sobre el nacimiento de la epidemia fue mucho peor, de acuerdo con una investigación de la cadena NBC News, la cual pudo acceder a documentos confidenciales que subrayaban que el sistema sanitario de Wuhan ya estaba colapsado desde noviembre de 2019.
Añadido a todo esto, como ha revelado 'The Washington Post', el Departamento de Estado norteamericano había advertido hace más de dos años de los peligros de los experimentos con murciélagos si el laboratorio de Wuhan no cumplía con unos niveles de seguridad adecuados.
