El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en seguir con su hasta ahora estéril estrategia legal para desafiar el resultado de las elecciones EEUU 2020, mientras cada vez más republicanos le dan la espalda y los demócratas alertan del efecto "corrosivo" de sus maniobras para el país.
Los abogados de la campaña de Trump se negaron a encajar el profundo revés que recibieron el sábado en Pensilvania, donde un juez federal desestimó su demanda más importante en ese estado clave, y presentaron un recurso este domingo ante una corte federal de apelaciones.
Tiene muy complicado llevar el caso al Supremo
El objetivo del equipo de Trump es llegar "cuanto antes" al Tribunal Supremo de Estados Unidos, la corte a la que el mandatario se encomendó la misma noche de las elecciones de EEUU el 3 de noviembre, antes incluso de que se supieran los resultados y se confirmara que, según las proyecciones de los medios, había perdido frente al demócrata Joe Biden.
El magistrado que desestimó el sábado la demanda era conservador, y alegó que la campaña de Trump había recurrido a "argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas" en su intento de invalidar cientos de miles de votos emitidos por correo en Pensilvania.
Incluso si el Supremo aceptara el caso y fallara a favor de Trump, algo muy improbable, el mandatario necesitaría aún demostrar un fraude mayúsculo en varios estados más para revertir la ventaja de Biden en el Colegio Electoral, de 306 votos frente a 232.
El fracaso de las demandas de Trump en Pensilvania, Michigan, Georgia, Nevada y Arizona no parece haber acercado ni un ápice al mandatario a la idea de reconocer la derrota, y su campaña pidió este sábado un segundo recuento de los votos en Georgia, donde las autoridades ya certificaron la victoria de Biden.
Más republicanos contra la estrategia de Trump
El exgobernador republicano de Nueva Jersey Chris Christie, que ayudó a Trump a prepararse para sus debates contra Biden, criticó a los abogados del mandatario por promover ante los medios teorías no demostradas sobre una presunta conspiración demócrata, que luego no repiten una vez que les toca defender ese tema ante los tribunales.
"Eso debe significar que las pruebas no existen", opinó Christie. Sus críticas a la campaña de Trump se sumaron a las del gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, que espetó al presidente en Twitter: "Deje de jugar al golf y reconozca la derrota".
A ese coro de republicanos, todavía pequeño y que no incluye a los líderes en el Congreso, se añadieron este fin de semana dos senadores más, Pat Toomey y Kevin Cramer: el primero opinó que el mandatario ya ha agotado las vías legales y reconoció la victoria de Biden, y el segundo afirmó que es hora de comenzar la transición.
El que será el jefe de gabinete de Biden cuando el presidente electo asuma el poder el próximo 20 de enero, Ron Klain, tachó ese domingo de "corrosivo" el bloqueo de Trump al proceso de transición.