Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca tras tres días hospitalizado por su positivo en coronavirus. El presidente de Estados Unidos salió del hospital por su propio pie, en horario de máxima audiencia y en algunos medios se apunta que forzando los criterios médicos que han avisado que el mandatario "no está fuera de peligro".
Trump fue hospitalizado cuando experimentó síntomas de coronavirus como fatiga y fiebre, pero antes de regresar a la Casa Blanca aseguró en Twitter: ¡Me siento realmente bien! No le tengan miedo a la COVID. No dejen que domine sus vidas".
La salida del hospital ha sido milimétricamente estudiada y muy criticada por la comunidad científica. Nada más llegar a la Casa Blanca se quitó la mascarilla y levantando los pulgares transmitió un mensaje de haber vencido el virus.
Se atribuyó además el mérito de haber conseguido tratamientos efectivos contra la COVID-19: "Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos realmente buenos y conocimiento. ¡Me siento mejor que hace 20 años!".
Así ha sido la vuelta a la Casa Blanca
Donald Trump abandonó el recinto militar a pie, con una mascarilla puesta y saludó a las cámaras levantando el puño y también el pulgar, dos de sus gestos característicos.
A continuación se subió en el helicóptero presidencial Marine One en un vuelo que en poco más de 10 minutos lo llevó de regreso a la Casa Blanca
donde tendrá un personal médico prestigioso a su disposición las 24 horas del día.
Una vez en la Casa Blanca, Trump subió las escaleras del pórtico sur de la residencia, se quitó la mascarilla, posó para fotos y saludó la partida del Marine One. Segundos después, el mandatario entró sin mascarilla al interior del edificio.
A través de Twitter el mandatario aseguró que "pronto" estará haciendo campaña de nuevo", pero su médico personal, Sean Conley, reconoció que el mandatario "no está fuera de peligro" y que se encuentra en un "terreno no explorado" por otros pacientes de coronavirus debido al tipo de tratamiento que ha recibido.