David Shulkin, el secretario de Asuntos de los Veteranos

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CRÍTICAS A TRUMP

Se quiebran varias alianzas con Trump al considerar un "deshonor" no cuestionar a los neonazis

Las críticas siguen pasando factura al presidente Donald Trump. Cada vez más aislado, ha disuelto sus consejos de asesores para evitar así sufrir más deserciones. Fugas a las que se unen los miembros de su propio partido y de altos manos militares.

Pocos quieren quedarse al lado del presidente, Donald Trump. Varios empresarios les han abandonado, hasta dentro de su partido critican su actuación, referentes como George Bush o el propio fiscal general, Jeff Sessions, le recuerdan los valores americanos.

El Secretario de Estado, Rex Tillerson, se esfuerza delante de sus compañeros extranjeros en condenar lo que no ha hecho el presidente Trump. Altos mandos del ejército poco dados a mezclarse en peleas políticas no han dudado en recordarle que tampoco toleran el racismo.

Además, el secretario de Asuntos de los Veteranos, David Shulkin, consideró este miércoles un "deshonor" para los excombatientes estadounidenses que no se cuestione a los neonazis. Shulkin, que es judío, dijo en una rueda de prensa en Nueva Jersey que los grupos de ultraderecha congregados el sábado en Charlottesville (Virginia) representan una "afrenta a los ideales estadounidenses".

"Es un deshonor para los veteranos de nuestro país que se permita no cuestionar a los nazis y supremacistas blancos. Y estoy muy en contra de ellos", dijo Shulkin. Shulkin es de los pocos miembros del Gabinete de Donald Trump que han hablado sobre lo sucedido en Charlottesville, donde un neonazi arrolló con su automóvil una manifestación antirracista matando a una mujer e hiriendo a una veintena.

Trump ha culpado de ello a "los dos bandos", un posicionamiento muy criticado en el país, incluso por los líderes republicanos. El más contundente del Gobierno ha sido Sessions al calificar el atropello de un acto "diabólico" de terrorismo doméstico.

Centenares de personas participaron la noche de este miércoles en Charlottesville en una vigilia con velas en rechazo a la violencia de ultraderecha y en recuerdo de Heather Heyer, la mujer asesinada por el neonazi.

Mientras tanto, Trump mueve ficha y nombra una nueva directora de Comunicación, Hope Hicks, fiel al presidente desde su candidatura aunque sin experiencia política, vinculada al mundo de la moda y con un cargo temporal aunque si tendrá que lidiar con la última polémica.

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