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DICTAMEN DEL TRIBUNAL DE APELACIONES
La Justicia estadounidense mantiene el bloqueo al veto migratorio y Trump promete pelea
Pese a que el tribunal rechazó por unanimidad este bloqueo, Donald Trump opina que la decisión fue "política", en la línea de sus últimos ataques a los tribunales por considerarlos "sesgados". Por ello, el Departamento de Justicia puede ahora presentar un recurso ante el Tribunal Supremo
Una corte de apelaciones de EEUU propinó otro revés al nuevo Gobierno de Donald Trump al mantener el bloqueo que pesaba sobre el veto migratorio impuesto hace dos semanas por el mandatario, quien vaticinó, irritado, una victoria final en los tribunales.
Un tribunal de tres jueces -dos demócratas y un republicano- del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco (California), rechazó por unanimidad que el bloqueo al veto ponga en peligro al país, tal y como argumentaron los abogados del Gobierno.
Pese a que el fallo fue unánime y que el juez del tribunal nominado por el expresidente republicano George W. Bush (Richard Clifton) también votó en contra del Gobierno, Trump opinó, en declaraciones a periodistas, que la decisión fue "política", en la línea de sus últimos ataques a los tribunales por considerarlos "sesgados".
"NOS VEMOS EN LOS TRIBUNALES, ¡LA SEGURIDAD DE NUESTRO PAÍS ESTÁ EN JUEGO!", exclamó, además, el presidente en un mensaje publicado en mayúsculas en su cuenta de Twitter, lo que en internet suele asociarse con gritar. Trump también auguró una victoria final del Gobierno en esta batalla legal, al anticipar así nuevos recursos para restituir su veto migratorio.
El Departamento de Justicia puede ahora presentar un recurso ante el Tribunal Supremo, que a la espera de que el Senado confirme al nuevo juez nominado por Trump (Neil Gorsuch), sigue balanceado con cuatro magistrados progresistas y cuatro conservadores y en caso de empate prevalece la decisión de la instancia anterior. No obstante, tras conocerse el fallo, una portavoz del Departamento de Justicia, Nicole Navas, dijo en un comunicado que el Gobierno "está revisando la decisión y considerando sus opciones".
"Estos intereses públicos en competencia no justifican una suspensión (del fallo anterior)"
Los magistrados del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito se acogieron hoy al "interés público general" para mantener el bloqueo al veto, inicialmente impuesto el pasado viernes por el juez federal de Seattle James Robart a instancias de los fiscales estatales de Washington y Minesota, ambos demócratas. "Por un lado, la sociedad tiene un serio interés en la seguridad nacional y en la habilidad de un presidente en adoptar políticas. Por el otro, la sociedad también tiene interés en la libre circulación, en no separar a familias y en la no discriminación", apuntaron los jueces en su fallo de 29 páginas.
"Estos intereses públicos en competencia no justifican una suspensión (del fallo anterior)", concluyeron los jueces. Además de Clifton, nominado por Bush, el panel estaba formado por los magistrados William Canby Jr y Michelle Taryn Friedland, nominados por los expresidentes demócratas Jimmy Carter y Barack Obama, respectivamente. La decisión judicial desató una rápida reacción de muchos de los detractores de las políticas de Trump. "3-0", tuiteó escuetamente la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, en una clara referencia al resultado unánime en el panel del tribunal.
El senador independiente por Vermont y también exaspirante a la Casa Blanca, Bernie Sanders, afirmó que la decisión judicial "restaura parte del daño que el presidente ha hecho a la reputación del país alrededor del mundo". "También puede enseñar al presidente Trump una lección sobre la historia de Estados Unidos y cómo se supone que funciona nuestra democracia", añadió Sanders. En una línea similar se pronunció la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien consideró el fallo judicial "una victoria para la Constitución" y para "la lucha contra el terrorismo".
La orden de Trump bloqueada en los tribunales suspendía durante 120 días el programa de acogida de refugiados de Estados Unidos, e indefinidamente en el caso de tratarse de sirios. También detenía durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen, a los que vetaba la entrada a Estados Unidos durante ese tiempo.
La orden sufrió varios varapalos judiciales durante su semana de vida, pero el más importante se lo propinó el juez federal James Robart, cuyo fallo, que es temporal, mantiene a día de hoy bloqueado el veto. Aprovechando esa suspensión del decreto, los ciudadanos de los países afectados se han apresurado a viajar a Estados Unidos con los visados que ya habían tramitado.
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