La Duma rusa ratifica el reconocimiento de Donetsk y Lugansk: las claves del interés de Rusia sobre estos territorios

El pasado lunes, Vladímir Putin dio otro paso hacia delante en la crisis con Ucrania reconociendo a los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. El presidente ruso lo anunció tajantemente en televisión nacional. Unas horas después ordenó a las Fuerzas Armadas rusas a entrar en estos territorios del Donbás, al este de Ucrania, para "asegurar la paz".

Este martes continúan aumentando las tensiones territoriales y geopolíticas en el tablero internacional. La Duma o cámara baja del Parlamento ruso, ha ratificado este martes los tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con las recientemente reconocidas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk. La decisión ha sido aprobada en el Parlamento por unanimidad.

Occidente no tardó en condenar la directa decisión de Putin sobre los territorios separatistas del este de Ucrania. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, junto al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, estudian duras sanciones para el Kremlin. Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, pide sanciones inmediatas y estudia romper relaciones diplomáticas con Rusia. La crisis en Ucrania se centra en estos momentos en Donetsk y Lugansk, pero, ¿por qué interesan tanto estas zonas del Donbás a Rusia?

Las claves del interés de Rusia sobre Donetsk y Lugansk

En 2014, los separatistas prorussos en las dos regiones conocidas como el Donbás, se autoproclamaron repúblicas populares independientes. La comunidad internacional no respaldó la decisión y no tuvieron reconocimiento. El anuncio de los separatistas prorrosos coincidió con la anexión de Crimea por parte de Rusia, al este de Ucrania, en 2014.

Unas 15.000 personas han perdido la vida en combate en el Donbás, aunque haya estado instaurado un alto el fuego tras los Acuerdos de Minsk en 2014 y 2015. Rusia ha negado en muchas ocasiones formar parte de la crisis ucraniana, sin embargo, ha brindado ayudas financieras, suministros y apoyo militar a los separatistas prorrusos del este de Ucrania.

Las dos regiones separatistas del Donbás fueron en una época anterior el centro de la maquinaria industrial ucraniana. La gran parte de la población de las regiones de Donetsk y Lugansk hablan ruso por su cercanía con Rusia. Estados Unidos reitera que el plan de Rusia es invadir Ucrania y buscar un pretexto para realizar el ataque.

Otro de los intereses de Vladímir Putin sobre el Donbás es recuperar su influencia en territorio ucraniano, cerca del Mar Negro. Con una autonomía de Donetsk y Lugansk, supondría un veto sobre la integración occidental a la OTAN. La adhesión a la OTAN ha sido uno de los principales objetivos de Volodímir Zelensky para impulsar el crecimiento económico de Ucrania.

Fin a los Acuerdos de Minsk

Los Acuerdos de Misnk se firmaron en 2014 y se reeditaron en 2015 con Alemania y Francia como firmantes. El objetivo principal de los acuerdos era conseguir un alto el fuego en Ucrania. El plan firmado en 2014 no frenó el combate entre ucranianos y prorrusos. Sin embargo, la reedición en 2015 supuso un nuevo plan de retirada de armamento, despliegue de observadores de la OSCE, celebración de elecciones locales y la concesión de un nuevo estatus para Donetsk y Lugansk.

La comunidad internacional condena los movimientos estratégicos de Rusia sobre el reconocimiento de independencia del Donbás y la entrada de sus Fuerzas Armadas en el este del país. Los líderes de la Unión Europea y Occidente afirman que supone una vulneración de los derechos y soberanía de Ucrania y el fin de los Acuerdos de Minsk.

Sergéi Lavrov, ministro de Asunto Exteriores ruso, ha asegurado este martes que los Acuerdos de Minsk "llevan más de un año sepultados". Aseguran que Kiev es la máxima responsable y manifiesta que "no somos nosotros quienes los enterramos".

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