La Organización de Estados Americanos convocó a los cancilleres del continente para próximo viernes en Washington para estudiar la crisis entre Ecuador y el Reino Unido por el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Tras tres horas de sesión extraordinaria y por 23 votos a favor, tres en contra y cinco abstenciones, el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución propuesta por Ecuador que cita a los ministros de Exteriores en la capital estadounidense para el próximo 24 de agosto a las 11 de la mañana hora local.
La reunión de consulta se centrará en la "situación entre el Ecuador y el Reino Unido concerniente a la inviolabilidad de los locales diplomáticos del Ecuador en el Reino Unido, al amparo del derecho internacional", según el texto final de la resolución. Ecuador busca el apoyo del resto del continente ante lo que considera una "amenaza" del Gobierno británico de entrar en su embajada en Londres, donde se encuentra refugiado el pirata informático Assange desde el pasado 19 de junio.
La representante ecuatoriana, María Isabel Salvador, pidió la defensa de la "inviolabilidad de los locales diplomáticos" ante la misiva enviada por el Reino Unido a la legación ecuatoriana, y en la que advierte de que podría recurrir a una ley de 1987 que le permitiría entrar en la embajada pese a la oposición de Quito.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, solicitó al comienzo de la cita que el debate no se centrara en el derecho de Ecuador de conceder asilo político a Assange, como anunció el jueves el país andino, sino en la supuesta "amenaza de una actuación en el interior de la embajada" de Ecuador. "Es necesario que entendamos las consecuencias de aparecer en un momento como éste no diciendo nada sobre la posibilidad de que un país miembro se enfrente a esta situación", señaló Insulza, que alertó que un silencio de la OEA "echaría por tierra todo el Derecho Internacional en esta materia".
En una votación que logró cinco votos más de los 18 necesarios para aprobar la resolución, todos los países sudamericanos se mostraron a favor de convocar a los cancilleres, y los tres votos en contra fueron de Estados Unidos, Canadá y Trinidad y Tobago. La embajadora estadounidense ante la OEA, Carmen Lomellín, subrayó que "no ha ocurrido nada" que pueda sustentar las acusaciones de Ecuador y consideró "inapropiado" que el organismo panamericano medie en una "disputa bilateral en la que una parte no es miembro del hemisferio".
Lomellín advirtió de que la reunión de cancilleres "no va a aportar valor y será incluso dañina para la fama de la institución internacional", un argumento al que se sumó la representante alterna de Canadá, Wendy Drukiel.