Publicidad
COMIENZA EL NUEVO AÑO FISCAL EN EEUU
Edificios públicos y museos cerrados, primeros efectos del cierre del Gobierno
Los ciudadanos se ven obligados a retrasar papeleos y los turistas se encuentran las puertas cerradas de los museos. Son las consecuencias de la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas respecto a la financiación de la Administración estadounidense.
Los congresistas que han provocado el primer cierre del Gobierno estadounidense en 17 años este martes han podido ver de primera mano el resultado de sus disputas en el Capitolio: una franja de más de dos kilómetros de museos, monumentos y edificios gubernamentales a lo largo del National Mall con las puertas cerradas.
Con hasta un millón de funcionarios federales en todo el país obligados a quedarse en sus casas sin sueldo, el impacto del cierre se ha concentrado principalmente en la capital, Washington, donde el Gobierno federal es el principal empleador. La Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca ha sido la que ha ordenado a los distintos departamentos del Gobierno que empiecen a ejecutar los planes para la paralización de la administración pública estadounidense.
El Senado de EE.UU., de mayoría demócrata, rechazó este martes una propuesta aprobada por la cámara baja, controlada por los republicanos, para abrir una negociación que permita financiar la Administración tras la paralización parcial que entró en vigor la pasada medianoche. Por una votación de 54 a 46 el Senado rechazó una iniciativa republicana que pedía formar un comité de conferencia, un mecanismo reservado a situaciones extraordinarias que permite congregar a varios miembros de ambas cámaras del Congreso con el fin de allanar diferencias.
Sin embargo, ese plan seguía condicionando el presupuesto a retrasar la aplicación de la reforma sanitaria promulgada en 2010, algo a lo que se oponen de forma rotunda los demócratas y el presidente de EE.UU., Barack Obama. Tras la votación, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, reiteró que su partido no negociará con los republicanos al respecto y culpó a los "radicales" del movimiento conservador Tea Party de la paralización parcial de la Administración federal que se ha puesto en marcha por falta de fondos.
Por su parte, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, denunció el "rechazo obstinado" de los demócratas a llegar a compromisos con la cámara baja. Ahora, la cámara baja celebrará una reunión para decidir si presenta una nueva propuesta. Este martes comienza el nuevo año fiscal y el Congreso ha sido incapaz de aprobar los fondos necesarios para que el Gobierno siga funcionando, fundamentalmente por el empeño del ala más conservadora de los republicanos en vincular esa financiación al desmantelamiento de la reforma sanitaria, uno de los mayores logros de Obama.
Publicidad