Estados Unidos "sufrirá más que nadie". Es la amenaza talibán después de que Donald Trump cancelara una reunión secreta con los líderes de esa milicia en Camp David. El presidente estadounidense iba a reunirse este fin de semana para buscar un acuerdo de paz que pusiera fin a casi 20 años de conflicto en Afganistán.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo que había cancelado las negociaciones de paz con los talibanes. Estas negociaciones se habían mantenido ocultas y han dado a su fin después de que el grupo insurgente haya admitido estar detrás de un atentado en Kabul que acabó con la vida de un soldado estadounidense y otras doce personas.
Estas reuniones habrían tenido lugar en las cabañas con sombra de pinos en Camp David, que han sido sede de cumbres secretas de paz entre líderes del Medio Oriente y reuniones de alto riesgo de los principales jefes de estado. El presidente Donald Trump trataba de dar otro golpe diplomático: conversaciones clandestinas entre funcionarios estadounidenses, afganos y talibanes que podrían poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos.
Ni siquiera la oposición de su propio equipo de seguridad nacional, incluido el vicepresidente Mike Pence, pudo disuadir a Trump de seguir adelante con su plan de acoger a los líderes talibanes en la escapada presidencial rural. Trump finalmente desechó el evento después de que un coche bomba talibán mató a un soldado estadounidense y a otros once la semana pasada. Pero esa decisión se produjo después de un acalorado debate dentro de la administración sobre el lugar de celebración de la cumbre, una consecuencia de desacuerdos más grandes y sustanciales sobre la sabiduría de negociar con los talibanes.
Las conversaciones han enfrentado al agresivo asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, contra el principal diplomático de la nación, el secretario de Estado Mike Pompeo, cuya agencia ha liderado las negociaciones con los talibanes en los últimos 10 meses