Los candidatos más destacados son el exsecretario general de la Liga Arabe y exministro Amr Musa y el ex primer ministro Ahmed Shafiq, en el campo laico, y Abdul Moneim Abol Fotuh y Mohamed Mursi, entre los islamistas.
El mandatario que surja de las elecciones sucederá al expresidente Hosni Mubarak, derrocado en febrero de 2011 después de casi tres semanas de movilizaciones populares, y al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el órgano de gobierno interino que ha gestionado el proceso de transición.
Desde la caída de Mubarak, ningún poder ha cambiado realmente de manos. El Consejo Supremo -liderado por un hombre, el mariscal Mohamed Husein Tantawi, que ejerció de ministro de Defensa del expresidente durante 20 años- ha prometido que entregará el poder al nuevo mandatario el próximo 1 de julio.
Los sondeos de cara a los comicios -que probablemente requerirán de una segunda vuelta en junio- son poco concluyentes y las anteriores votaciones celebradas desde la caída del régimen dictatorial -las elecciones legislativas que dieron victoria a los candidatos de los Hermanos Musulmanes, seguidos por sus grandes rivales islamistas, los salafistas, y el referéndum que ratificó abrumadoramente los cambios constitucionales propuestos por el Ejército, y a los que se oponían los sectores más liberales- no parecen servir de indicador de lo que vaya a pasar en las presidenciales.