El asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado 6 de enero fue un ataque coordinado por los asaltantes, según han relatado los agentes presentes ese día en el Congreso.
Los trabajadores de seguridad aseguran que los seguidores de Donald Trump que participaron en el asalto estaban preparados para la guerra. Además, han reconocido que fallaron la comunicación entre los Servicios de Inteligencia y el plan de seguridad del Capitolio.
Denuncian que las agencias de Inteligencia no proporcionaron la información con suficiente antelación para predecir semejante asalto, y han responsabilizado a varias entidades del Gobierno de la era Trump.
"Estábamos debidamente preparados para una manifestación con posible violencia. Pero lo que vimos fue un asalto coordinado, de estilo militar contra mis oficiales y un asalto violento del edificio del Capitolio", ha señalado uno de los agentes.
De hecho, cerca de una treintena de miembros del Ejército ya han sido acusados de delitos relacionados con estos hechos, según informa la cadena 'CNN'.
Trump sigue defendiendo el fraude electoral
Cinco personas murieron en el ataque, organizado para boicotear la ceremonia de certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020. Y tras la absolución de Trump del cargo de incitación a la insurrección en su segundo juicio político, el Senado sigue investigando uno de los episodios más oscuros de la democracia estadounidense.
Ahora, todas las miradas están puestas en el primer acto público del expresidente, que comparecerá el viernes en una conferencia anual conservadora.
Trump, instalado en Florida tras su salida de la Casa Blanca, sigue defendiendo que hubo fraude electoral, a pesar de que la falta de pruebas y de que ningún tribunal comparte su tesis. Tanto, que ya ha advertido que su movimiento no ha hecho más que empezar.
