El atentado con camión bomba perpetrado en la capital de Afganistán, Kabul, habría sido ejecutado con cerca de 1.500 kilogramos de explosivos, según fuentes oficiales.
Fuentes citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV --la principal del país-- han detallado que el camión intentó entrar en la Zona Verde, donde se encuentran múltiples embajadas, si bien fue interceptado en un puesto de control, llevando al conductor a activar los explosivos.
Las autoridades afganas han confirmado que el ataque ha sido perpetrado cerca de la Embajada de Alemania, si bien en la zona se encuentran otras embajadas. El objetivo del ataque aún no ha sido determinado.
El ataque ha provocado daños materiales en varios edificios colindantes y ha dejado los hospitales y centros médicos de la capital afgana colapsado por el elevado número de víctimas.
Familiares de las víctimas han protestado cerca de uno de los hospitales de la ciudad, donde esperaban noticias sobre sus seres queridos, criticando la incapacidad de las autoridades para evitar este tipo de ataques.
Asimismo, decenas de residentes se han manifestado cerca del lugar del atentado para reclamar la dimisión del presidente y del primer ministro del país, Ashraf Ghani y Abdulá Abdulá, respectivamente.
Ghani ha condenado el atentado, afirmando que se trata de un "crimen atroz" y lamentando que los terroristas ataquen a los civiles "una vez más en el mes sagrado del Ramadán".
A las condenas se ha sumado Abdulá: "Queremos paz, pero esos que nos matan durante el Ramadán no la merecen. Deben ser destruidos y extirpados", ha dicho.
Los talibán se han desligado del atentado, asegurando que sus combatientes "no están implicados en este incidente y tampoco están autorizados a llevar a cabo explosiones tan grandes en zonas imprecisas". Por el momento no hay reclamación de la autoría.