La imagen de la Catedral de Notre-Dame en llamas conmocionó al mundo el pasado 15 de abril. El símbolo de Francia y uno de los monumentos más visitados del planeta era pasto de las llamas.
Faltó muy poco para que la catedral de Notre Dame se derrumbara pero afortunadamente esta catástrofe no llegó a suceder.
Según una investigación publicada este miércoles por el diario americano 'The New York Times', el heroísmo de los bomberos salvó el monumento. Se jugaron la vida y entraron en las zonas más afectadas por el fuego.
Según la investigación que se llevó a cabo un error humano fue lo que impidió que el fuego se extinguiese con antelación.
A las 18:18 horas del lunes 15 abril de 2019, se activó la alarma de humo mientras se estaba celebrando una misa. Entonces, un empleado de seguridad avisó a un guardia para que fuese a la zona donde se había activado la alarma.
El vigilante acudió a la sacristía pero no vio nada. Momentos después, descubrió que había cometido un error, fue al edificio equivocado.
Tras reconocer este fallo subió a toda prisa sube los 300 escalones que llevan al ático, donde vio el fuego que ya estaba totalmente descontrolado. En este momento fue cuando se dio el aviso a los bomberos: 30 minutos después de que saltase a alarma de humos.