El nuevo coronavirus, COVID-19 se ha cobrado la vida de más de 2.000 personas y cerca de 75.000 están infectadas en todo el mundo. Frente a las extremas circunstancias, China ha vuelto a endurecer los controles y por segundo día consecutivo ha registrado menos contagios que muertes. No obstante, la OMS asegura que ante los nuevos datos se deberá "actuar con cautela".
Aunque el virus se transmite principalmente por medio de gotitas respiratorias, lo que requiere un estrecho contacto físico, también están siendo comunes los contagios por la exposición a estornudos u otras secreciones corporales, especialmente en espacios cerrados. Los casos de la enfermedad causada por el virus respiratorio, se siguen concentrando en Hubei, en el centro-este del país, donde este miércoles se informó de 1.693 casos nuevos y 132 muertes más.
El Gobierno chino ha querido proteger y glorificar a los que combaten el coronavirus exhibiendo en las pantallas gigantes que inundan el centro de la ciudad, el rostro de los doctores que luchan diariamente para salvar vidas. No obstante, las personas fallecidas han sido declaradas mártires de un país, que por primera vez desde que empezó la epidemia, ha anunciado un mayor número de personas curadas que de nuevos contagios.
Asimismo, no todo es concordia, tres periodistas norteamericanos han sido expulsados de China por un artículo crítico y Japón está siendo cuestionado por la evacuación del crucero 'Diamond Princess', ya que el 22% de los pasajeros a bordo están infectados.
Entretanto, China trata de volver a la normalidad a cuentagotas ante la preocupación no sólo por los contagios, sino también por las consecuencias económicas que pueda tener esta crisis. En respuesta, el Ejecutivo chino anunció hoy que adoptará un "enfoque múltiple" para facilitar la operación de las empresas y el empleo, con medidas específicas como reducir o eximir aportaciones de los empleadores a la seguridad social en un esfuerzo por apuntalar el crecimiento.
