Por estas fechas la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, se llenaba de fieles que querían ver el Belén y el árbol de Navidad. Este año está prácticamente vacía a consecuencia del coronavirus.
Y no es la única imagen insólita. El Papa no se asomará al balcón de la plaza para impartir la bendición 'Urbi et Orbi'. Además, la misa del gallo se adelanta dos horas y será sin fieles, está prevista para este jueves 24 de diciembre en la Basílica de San Pedro a las 19:30.
Se quiere respetar así las duras disposiciones sanitarias que ha impuesto Italia que con más de 68.000 fallecidos es el país con la letalidad más alta de Europa del coronavirus.
Según ha informado el Vaticano, el Papa no se asomará, como todos los años, al balcón central de la basílica vaticana para impartir su bendición a los 1.200 millones de católicos del mundo. Sin embargo, lo haga a solas desde en el Aula de las bendiciones del Palacio Apostólico.
Está previsto que, en esa ocasión, el Papa se dirija "a la ciudad y al mundo" y que reitere su petición para que se ponga fin a las situaciones de guerra e injusticias en todo el mundo. Se trata de un gesto extraordinario que ya puso en práctica el pasado domingo de Resurrección en pleno confinamiento extremo durante la primera ola de la emergencia sanitaria.
Los días 26 y 27 de diciembre así que como el 1, el 3 y el 6 de enero, el pontífice rezará el ángelus desde su estudio privado en la Biblioteca apostólica. Todo será retrasmitido en directo por Internet.