Jorge Mario Bergoglio apela a la paternidad responsable y a no
tener hijos sin control: "Algunos piensan, y perdón por la expresión, que para
ser buenos católicos debemos ser como conejos", dijo en un viaje. "Paternidad
responsable. Esto está claro", matizó el Pontífice.
Además, condena la violencia y matar en nombre de Dios, pero ante el asombro de todos ha justificado en alguna ocasión dar una bofetada. Dice que la libertad de religión o de expresión no deben
utilizarse para ofender a los demás, porque puede ser que "si alguien dice una
palabra fea sobre mi madre, pues entonces puede encontrarse con un puñetazo… es
lo normal".
Francisco abre la puerta a que vuelvan a la Iglesia los
divorciados: "La Iglesia no tiene las puertas cerradas a nadie", señala. Y
aunque se declara contra el matrimonio homosexual, no duda en defender al
colectivo gay: “si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad... ¿quién
soy yo para juzgarle?”
El Papa condena enérgicamente la pederastia y pidió perdón públicamente por los
escándalos relacionados con sacerdotes y creó la comisión para investigar y
apartar del cargo a obispos encubridores: "Voy a hacerme cargo y pedir perdón
del daño que han hecho por los abusos sexuales a los niños!.
Desde el principio dijo que quería una Iglesia pobre y para los pobres, y
mientras prefiere viajar en autobús, critica a los religiosos que conducen
coches de lujo y no son coherentes con sus votos de pobreza: "duele ver a una
monja o a un cura con un coche último modelo".
